
Eric L.G., el agresor del metro de Barcelona
Eric, el boxeador 'facha' detenido por reventar un ojo a un vigilante de seguridad en el metro de Barcelona
El joven, apodado 'El Duque', está acusado de apalear a tres agentes del suburbano: uno ha perdido la visión
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Con tan solo 19 años, Eric L., conocido como el Duque, se ha convertido en el protagonista de la última brutal agresión en el metro de Barcelona. Aficionado al boxeo y vinculado a un club de pugilismo barcelonés, este joven que quedó detenido el pasado sábado, 18 de enero, por apalear a tres vigilantes del suburbano: uno de ellos ha perdido un ojo.
La trifulca se originó después de que los agentes de seguridad del TMB se personaran en el vagón donde Eric L. y otros cuatro individuos estaban ocasionando varios altercados, mostrando un comportamiento totalmente incívico y racista frente a los otros viajeros.
Tras ser visionados por las cámaras de videovigilancia, cuatro agentes se acercaron hasta la parada de Poblenou, en la línea amarilla L4, para echar a los perturbadores.
Uno de los agentes ha perdido un ojo
Fue entonces y ante la negativa de obedecer las directrices de los vigilantes, cuando Eric L., alentado por sus compañeros, empezó a repartir golpes sin medida, hiriendo a tres de los cuatro vigilantes.
Aunque inicialmente se especuló sobre el uso de un puño americano, el informe de seguridad de TMB ha desmentido esta versión: las heridas fueron causadas por un golpe con el puño cerrado, donde portaba un anillo de grandes dimensiones.
Dos agentes quedaron heridos leves, con lesiones en la mandíbula, y el tercero recibió un golpe directamente en el ojo izquierdo.
En libertad provisional
El joven quedó detenido por otros vigilantes que llegaron al auxilio de los perjudicados. Lo reconocieron gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad y lo retuvieron hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra.
Acto seguido fue trasladado hasta la comisaria de Les Corts donde pasó las dos noches siguientes antes de pasar a disposición judicial.
Finalmente, este lunes, Eric L. fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción 21 de Barcelona, en funciones de guardia, cuyo titular decidió dejarlo en libertad provisional.
La única condición impuesta para este vecino de Badalona son las personificaciones quincenales ante la autoridad judicial que deberá cumplir para mantener su libertad a la espera de un juicio.
Las fuentes consultadas por Crónica Global detallan que el agresor se podría enfrentar a penas de entre seis y doce años de prisión por un presunto delito de lesiones agravadas.
Según lo recogido en el artículo 149 del Código Penal, la pérdida de un órgano o miembro principal supone una agravante para el delito de lesiones. De este modo se aplicaría para el caso, puesto que la agresión a uno de los vigilantes del metro le supuso la pérdida del ojo izquierdo.
Cruz céltica
En las redes sociales, Eric se describe como empleado del FC Barcelona desde enero de 2023, lo que ha generado especulaciones sobre un posible vínculo con los Boixos Nois. Sin embargo, conocedores del entorno ultra han negado esta relación, señalando que muchos jóvenes utilizan el nombre del grupo como un símbolo, sin pertenecer realmente a él.
Más allá del deporte, lo factual es que el chico posa orgulloso con una cruz celta, ligada al movimiento neofascista, y el eslógan Nadie me hará retroceder.
Investigación policial y posible delito de odio
En paralelo, el caso está siendo investigado por la Unidad de Investigación de los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Sant Martí, que intenta esclarecer los detalles del ataque y la implicación de las otras cuatro personas que acompañaban al agresor.
Las cámaras de seguridad del metro están siendo clave para confirmar si el grupo había estado increpando a personas de origen migrante antes de la agresión. Si esto se prueba, el caso podría incluir un delito de odio. En tal escenario, la Comisaría General de Información podría asumir la investigación.
La denuncia de ADN Sindical
La actuación de la central de seguridad de TMB también está bajo escrutinio. Los vigilantes implicados solicitaron apoyo en varias ocasiones a través del circuito de intercomunicación interna, usando el código de máxima alerta, “¡Código 33, necesitamos apoyo!”.
Sin embargo, la ayuda no llegó a tiempo. Aunque otros equipos de seguridad estaban relativamente cerca, las fuentes señalan una respuesta tardía que dejó a los agentes sin refuerzos durante varios minutos.
Piden espráys de defensa
Ante estos hechos, el sindicato ADN Sindical Servicios y Seguridad Cataluña, el mayoritario en el sector de la seguridad privada en Cataluña, ha anunciado que se personará como acusación popular en el caso.
Además, ha denunciado la "pasividad" de TMB y ha exigido mejoras urgentes en los recursos y herramientas para los vigilantes, como espráis de defensa y otros equipos de protección.