No digas 'xuixo': esta es la palabra que tienes que usar en Tarragona para pedir uno
Este concepto suena muy extraño para cualquier catalán del resto de Cataluña por su doble sentido
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Los dialectos son todo un mundo. Si uno piensa que hay tantos como países, vive engañado. En realidad hay tantos como áreas geográficas y en Cataluña parece que incluso tantos como ciudades. Es una exageración, un tópico, pero como todos, siempre tiene algo de verdad.
La lengua catalana es muy rica. Prueba de ello es que han salido variantes como la occitana (que se habla por los Pirineos e incluso parte de Francia), la de la zona de Lleida, la de las tierras del Ebro e incluso el Alghero, que se habla en Cerdeña. Ya, si uno se pone polémico, puede extenderse y hablar del valenciano o el balear como dialecto, pero eso ha sido tema de debate desde hace décadas.
Catalán en las ciudades
Luego están las variantes varias. En Girona, por culpa de Josep Pla, el viento se vuelve femenino y deviene “la vent”; en Lleida a los abuelos se les llama padrinos o a las senos “popes”... ¿Y en Tarragona? En Tarragona a los muchachos se les llama “jans” y el chucho –el de crema, no el perro– ya se convierte en algo muy diferente al xuixo, como se le suele llamar (y escribir) en catalán.
Para quien no lo sepa, este dulce tiene un nombre algo diferente en la antigua Tarraco. De hecho, si uno no lo sabe, puede generar confusión y algún que otro malentendido entre catalanes. En castellano, ya ni se entiende.
Una palabra polisémica
Este dulce típico catalán se vuelve en una palabra monosilábica a la que llega al sur de Cataluña y queda reducida a la mitad. Al “xuixo” se le llama, directamente, “xut”. Sí tal cual, equis, u, te. ¿Suena raro? Para un catalán que no es de la zona, también.
Xut, si uno atiende al diccionario oficial del catalán solo significa una cosa: “golpe dado a una pelota con el pie”. En castellano, por tanto, se podría traducir como chute, un disparo de pelota con el pie.
No está en el diccionario
Pero como pasa con las variantes de una lengua, no hay diccionario que valga. Un xut, se ponga como se ponga el Institut d’Estudis Catalans, en Tarragona es un chucho. ¿Por qué? Porque ellos lo dicen. Y listo.
Este conocimiento es importante. No es lo mismo que alguien te ofrezca “un xut” en Barcelona que en Tarragona. El primero, tal vez te ofrezca hacer unos toques con el balón, el segundo, en cambio, quiere comprarte o darte un chucho.
Qué es un 'xuixo'
También conocido como suso, chucho o xuxo, este dulce es algo a medio camino enttre un churro relleno y un donut. En realidad es una masa cilíndrica rellena de crema, frita y azucarada por fuera, tal y como cuenta la prestigiosa publicación gastronómica Hule y Mantel. Su creador fue Emili Puig quien, en 1920, quiso elaborar un pastel que denominaba chou à la crème que había descubierto y aprendido en Francia.
Este gerundense no lo copió, sino que se inspiró en él para crear un producto original. Y allí viene el xuixo. Su versión es con una masa de hojaldre frita y luego un buen relleno. Que, como el original es de crema, sí, pero con el paso de los años el relleno ha ido cambiando y conquistando más paladares.
Un producto eclipsado
A pesar de estos cambios, la tradición se quedó arraigada en Girona, aunque rápidamente se extendIó por toda Cataluña. Al principio todo el mundo lo amó, pero su fama fue cuesta abajo, sobre todo por un producto de bollería industrial llegado de Estados Unidos con un agujero en el medio. Mejor no decir marcas.
A eso, se le suma su mala fama. Según un reconocido ranking, al xuixo o xut se le considera uno de los peores platos de España (está en el lugar 28).Claro que ya pueden decir misa.
El chucho perfecto
El xuixo vive ahora un nuevo florecer. Con la gastronomía catalana de moda y en el ojo de la prensa internacional, desde hace unos años se ha reivindicado este dulce y hasta se hacen concursos para saber cuál es el mejor. De hecho, la Pastisseria Triomf de Barcelona, dirigida por la familia Bellart, ostenta ahora el título de ser los que hacen el mejor chucho del país.
Su receta se la guardan. Ellos lo único que consideran es que el peso ideal de este dulce es de 120 gramos y, sobre el relleno, no se meten. En la actualidad, uno puede encontrar infinidad de versiones —de chocolate, de dulce de leche, de recuit y otras muchas variedades saladas—, aunque los más puristas insisten en que un chucho, xuixo, xut o como se le quiera llamar, debe ser de crema.