El 'Gran Hermano' se extiende por Cataluña: lectores de matrículas y reconocimiento facial para frenar la delincuencia

Cada vez más municipios catalanes están adoptando sistemas avanzados de videovigilancia que incluyen lectores de matrículas y cámaras de reconocimiento facial. Estas iniciativas, que parecen extraídas de la sociedad ideada por George Orwell en 1984, se enmarcan en estrategias de lo que se ha bautizado como "seguridad inteligente".

Este enfoque -innovador y polémico a partes iguales- busca anticipar y prevenir situaciones de riesgo en el marco de la seguridad pública y ciudadana. 

¿El objetivo? Mejorar la eficacia en la identificación de vehículos, así como de personas, supuestamente, involucradas en actividades delictivas. Otorgando, de este modo, herramientas útiles a las policías locales, que pueden controlar, en tiempo real, los dispositivos inteligentes de su municipio. 

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Cámaras inteligentes en Vila-seca

Un ejemplo de ello ha sido el reciente anuncio de licitación por parte del Ayuntamiento de Vila-seca (Tarragona), que el pasado 30 de diciembre notificó un nuevo contrato público para "la instalación y legalización" de un sistema videovigilancia en la calle.

Cámara de vigilancia. Imagen de archivo EUROPA PRESS

Este proyecto, valorado en 92.395 euros, contempla la implementación de nueve cámaras inteligentes destinadas a detectar "de forma proactiva" situaciones de riesgo para la seguridad pública. En especial, en relación con la entrada y salida de vehículos del núcleo urbano de La Pineda.

Con este sistema, que espera instalarse en el plazo de tres meses a partir de la aprobación de la licitación, se pretende sancionar a los vehículos que circulen por zonas no autorizadas, además de prevenir la comisión de delitos y detectar a aquellas personas que vertieran residuos y basura en zonas no autorizadas. 

Comisión de Control

En el contrato también se prevé que sea la empresa contratada la que elabore y prepare toda la documentación para la legalización de las cámaras. Una documentación que debe presentarse ante la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia de Cataluña, un organismo que pertenece al Departamento de Interior. 

Se trata del órgano consultivo y de control de la instalación y uso de cámaras de videovigilancia en la vía pública. Fuentes del departamento matizan que su finalidad es la de "velar por que se garantice el derecho a la privacidad, intimidad y a la propia imagen de los ciudadanos que pueden resultar afectados por estos dispositivos de control".

Es por ello por lo que dicha comisión tiene la última palabra a la hora de decidir sobre la legalización, la instalación y ubicación definitiva de estas cámaras de seguridad inteligente. 

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Reconocimiento facial en El Vendrell

De manera similar, el Ayuntamiento de El Vendrell, también en la provincia de Tarragona, anunció hace unos meses otra licitación para la instalación de 45 cámaras de videovigilancia. Un sistema equipado con inteligencia artificial y reconocimiento facial que prevé estar operativo en el verano de 2025.

Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 262.000 euros, está pendiente de la aprobación de la Comisión de Videovigilancia, que debe validar la ubicación final de las cámaras.

Recreación del funcionamiento de una cámara de reconocimiento facial / EUROPA PRESS

Con la instalación de este sistema de videovigilancia inteligente se pretende sancionar a los vehículos que circulen por áreas no autorizadas, así como prevenir delitos y mejorar la eficacia en la búsqueda de presuntos autores de hechos delictivos.

Según el concejal de Seguridad Ciudadana de El Vendrell, Christian Soriano, la previsión es que los hechos delictivos se reduzcan hasta en un 35% a partir de la instalación y puesta en marcha de estas 45 cámaras de videovigilancia. Un sistema que blindará toda la zona centro. 

Ciudades blindadas con IA

Otras ciudades que ya cuentan con el visto bueno de la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia son Barcelona y Castelló d'Empúries. 

En cuanto a la localidad de la Costa Brava, el pasado mes de abril inauguró un sistema de videovigilancia compuesto por 77 cámaras, de las cuales 12 son lectoras de matrículas. Esta red de seguridad inteligente permite controlar el tráfico de vehículos que entran y salen del núcleo urbano, actuando como un "blindaje" de los principales accesos y puntos conflictivos del municipio.

El proyecto, pionero en la comarca del Alt Empordà, ha supuesto una inversión de aproximadamente 200.000 euros y cuenta con una sala de mando en la sede de la Policía Local, desde donde se controlan en tiempo real los distintos dispositivos.

Sala de control en Castelló d'Empúries

En paralelo, este sistema Gran Hermano ya lleva años funcionando en la capital catalana. Fue en febrero de 2023 cuando Ada Colau blindó el barrio del Raval, en el distrito de Ciutat Vella, con ocho cámaras de última generación. 

Meses más tarde, este sistema también se instaló en la zona de paseo de Gràcia, con hasta 17 cámaras de videovigilancia y reconocimiento facial. Este sistema, además, también incluía detectores de matrícula. 

Asimismo, Barcelona fue un paso más allá y los dispositivos repartidos por la zona centro también son capaces de detectar audio, con lo que los aparatos pueden captar conversaciones privadas de peatones. 

Lucha contra el crimen organizado 

Además de estas iniciativas municipales, el Departamento de Interior de la Generalitat ha adquirido 48 cámaras de reconocimiento y lectura de matrículas que está desplegando en las carreteras catalanas, con la previsión de adquirir 32 más durante 2025.

Esta medida forma parte del proyecto europeo LECTIO, cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo de Seguridad Interior (FESI), y tiene como objetivo crear una red de cámaras lectoras de matrículas en todo el territorio para mejorar la coordinación entre las policías europeas en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. 

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La implementación de estas tecnologías en diversos municipios catalanes refleja una tendencia creciente hacia la utilización de sistemas de videovigilancia inteligentes como herramientas clave para mejorar la seguridad ciudadana, prevenir delitos y facilitar la labor de las fuerzas de seguridad en la identificación y persecución de infracciones y actividades delictivas.