Con más de dos décadas de experiencia como agente, caporal e inspector de policía local, Daniel Limones ha asumido el desafío de asumir la dirección general de las policías locales de Cataluña.
Su trayectoria comenzó en 2002 en Santa Eulàlia de Ronçana (Barcelona), pero alcanzó su punto álgido en Badalona, donde ascendió y consolidó su carrera. Más recientemente, estuvo en Sant Fost de Campsentelles, Martorelles y desde 2021 asumió el liderazgo de la comisaría de Esplugues de Llobregat, donde desempeñó un papel fundamental en el día a día operativo y en la gestión del cuerpo municipal.
Del terreno al despacho
Su conocimiento de primera mano de las necesidades de las policías locales y su capacidad para coordinarse con los Mossos d’Esquadra lo convierten en una figura clave en el panorama de la seguridad pública catalana.
Entrevistado por Crónica Global, el nuevo director general de Policías Locales de Cataluña comparte los retos de su nuevo cargo y su visión sobre el futuro de las policías municipales y guardias urbanas.
Ensalzar su labor
"Actualmente, en Cataluña hay cerca de 11.600 agentes de policía local. Efectivos que durante mucho tiempo se hicieron cargo de la seguridad ciudadana de todo el territorio, en especial, cuando los Mossos d'Esquadra estaban bajo mínimos", reivindica Limones.
Con esta premisa, el nuevo director general buscará ensalzar a los cuerpos municipales para que reciban el reconocimiento que, según él, "reclaman y se merecen". Sin obviar que trabajan en el marco de una normativa desactualizada, con fecha de 1991: "Hay que trabajar para actualizar la normativa, pues la realidad en los municipios catalanes es muy diferente a la de entonces".
Homogeneizar los cuerpos
Por lo tanto, mientras se presiona para actualizar la ley de policías locales, Limones se propone "homogeneizar" todos los cuerpos municipales de Cataluña. De hecho, ya se está trabajando en un nuevo decreto de uniformidad que estipule, entre otros, unos mismos colores en los uniformes y en los vehículos policiales. "A pesar de que es un borrador, las policías ya se han puesto a trabajar en ello", asevera.
Asimismo, explica que también se trabajará para unificar convenios y salarios entre las policías locales. De este modo, "evitaremos que los agentes abandonen ciertos municipios con menos recursos en busca de más incentivos".
En paralelo, reconoce que la coordinación con Mossos d'Esquadra "es muy buena". Y que se espera poder preparar a corto plazo convocatorias conjuntas de la oposición de acceso al Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC). "Al fin y al cabo, todos somos la policía de Cataluña", reivindica.
Más formación
Consciente de que los agentes reclaman más formación, el director Limones confirma que próximamente se añadirá "una nueva pata" al plan estratégico de formación del ISPC, que se centre específicamente en las policías locales.
Un plan que, según él, ofrecerá una formación continua para los agentes municipales que contemplará cursos, formaciones y talleres en riesgos psicosociales y trastornos mentales. "De este modo, los ayuntamientos podrán contratar una formación muy amplia y actualizada para que los agentes no dejen de formarse en ningún momento".
En especial, añade, "para que los cuerpos locales también estén a la vanguardia de la nueva realidad tecnológica con el auge de la ciberdelincuencia".
De este modo, Daniel Limones pretende que los agentes de las policías locales no se queden atrás y están completamente al día de las tendencias delincuenciales actuales, que ya incluyen, incluso, estafas con inteligencia artificial.
Del despacho al terreno
Con todo, y después de tan solo un mes en el cargo, Daniel Limones afronta esta nueva etapa con determinación, consciente de que cada decisión influirá en los más de 11.600 agentes de policía local en Cataluña. Pero al final de su gestión, tiene claro que su propósito será dejar el despacho para volver al uniforme.