Miquel Pérez-Sánchez Pla, arquitecto, poeta y egiptólogo

Miquel Pérez-Sánchez Pla, arquitecto, poeta y egiptólogo

Vida

Este arquitecto catalán sabe dónde está la Atlántida y busca financiación para descubrirla

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Hay un catalán que dice saber dónde está la Atlántida. Miquel Pérez-Sánchez Pla, doctor en arquitectura, ha hallado las coordenadas en las que podría encontrarse la mítica tierra de la que hablaba Platón, origen de tantos relatos mitológicos. Sólo tiene un escollo en el camino: necesita financiación para inciar una expedición y encontrarla.

La investigación sobre la Gran Pirámide está detallada en el libro La Gran Pirámide, clave secreta de la Atlántida (Larousse Ediciones, 2016), en el que el doctor establece lazos matemáticos, geométricos y astronómicos entre el conjunto monumental de las pirámides de Guiza y la Atlantis de Platón.

Usted ha encontrado las coordenadas de la Atlántida, pero aún no puede demostrarlo.
Me falta la evidencia empírica, pero tengo cientos de datos que me hacen estar convencido de ello. Todo empieza con una investigación que hago sobre la Gran Pirámide de Keops.
Explíquese.
En mi tesis doctoral de Arquitectura por la UPC reconstruí informáticamente por vez primera la Gran Pirámide de Egipto. A partir de ello, pude descifrar una cantidad de información colosal sobre la antigüedad. Todo está en la geometría de aquel monumento, que conmemora el Milenario de la destrucción de la Atlántida por un gran cataclismo. La Gran Pirámide fue inaugurada el 3 de octubre del año 2.530 a. C., mientras que la Atlántida se hundió en el mar el 3 de octubre de 3.530 a. C., exactamente 1.000 años antes.
¿Cómo ha obtenido la fecha?
He alineado el paso del planeta Marte con el canal estelar del sur que sale de la Cámara de la Reina y que concuerda con el reinado de Keops. Las obras duraron siete veces multiplicado por 888 días, que es el tiempo transcurrido entre dos alineaciones de Marte con los dos canales estelares del sur.

¿Y la destrucción de la Atlántida?

Plutarco nos habla del día de la muerte de Osiris y explica cuál era la posición del sol y la luna en esa fecha. Osiris es la personificación de la Atlántida, que era la civilización madre del Antiguo Egipto, a la que rendían tributo.
Entonces, usted logra transcribir un sistema alfanumérico.
Los griegos escribían los números con una letra seguida de un apóstrofe. Entonces, si se sustituyen las letras por sus valores y se suman, se obtiene un lenguaje secreto. Al reconstruir las medidas de la Gran Pirámide, de Guiza, y del territorio de Egipto hay un número que surge persistentemente: el 892. Hay una sola palabra que contenga esos valores nominales. ¿Adivinas cuál puede ser?
Entiendo que 'Atlantis'.
Correcto, la Atlántida. Aquí no hay casualidades. Los arquitectos de las pirámides dejaron esta palabra encriptada en las medidas de su obra y rendían homenaje a aquella civilización desaparecida. La civilización madre de Egipto es la Atlántida, por eso la Gran Pirámide conmemora la destrucción. 
Basa toda esta teoría en su reconstrucción digital de la pirámide. ¿Cómo está tan seguro de que no se equivoca?
Hallé que la superficie total de la pirámide eran 314.159,27 codos reales cuadrados, 100.000 veces el número pi. También calculé que su volumen era 892.000 veces superior al del sarcófago de la Cámara del Rey. 892, de nuevo. Es el número de la Atlántida. Mientras que el 1.000 da el número de años que habían pasado desde su destrucción.
¿Dónde está la Atlántida?
Es el mayor secreto arqueológico de la antigüedad. Por tanto, de momento, me lo reservo.
¿Y cómo es?
Como la describe Platón. Circular, con una superficie de 20 kilómetros cuadrados, y su diámetro sería igual a la anchura del Eixample de Barcelona, desde la calle Independència hasta la calle Tarragona, más otras tres manzanas (unos 400 metros). Y con canales navegables. Pero debemos saber que lleva 5.500 años enterrada bajo el fondo marino. Y que un gran cataclismo de agua, del que hablan todos los textos antiguos, desde la Biblia hasta La Epopeya de Gilgamesh, la destruyó. No sabemos cómo quedó ni qué queda hoy de aquello.
Ahora busca financiación para una expedición.
Hemos calculado que el coste sería cercano al millón de euros, pues necesitamos un barco equipado con todos los elementos que permiten la radiografía del fondo marino y un submarino de cúpula transparente. No son cifras astronómicas para una empresa, sí para un privado.
¿Está diciendo que busca una suerte de "patrocinador"?
Así es. Te pongo un ejemplo: Felix Baumgartner se lanzó desde la estratosfera en 2012. Red Bull hizo una gran inversión en su salto, pero su retransmisión por televisión permitió recuperar el gasto realizado con creces. Esto es igual. El retorno que puede generar para una marca descubrir la Atlántida es incalculable, no se puede ni imaginar.
¿Contempla la posibilidad de no encontrarla?
Un científico no puede hablar de certezas totales. No obstante, he creado el Método de Investigación Pluridisciplinar de la Arquitectura (MIPA) que ofrece múltiples pruebas cruzadas de su situación: matemáticas, geométricas, astronómicas, geodésicas, geográficas, lingüísticas, mitológicas… Todas concuerdan. Pero la vida te lleva a lo que te lleva... Y hay que aceptarlo. En 2008, yo ya sabía dónde estaba la Atlántida, y tenía los fondos para pagar la expedición por mi propia cuenta. Entonces, era promotor inmobiliario, y la crisis de 2008 me hundió. Y me tocó empezar de nuevo, pero no me quejo, porque me ha servido para seguir investigando.
¿Por qué no se ha encontrado aún? 
El 71% de la Tierra es agua y el mar se guarda muy bien sus tesoros. Te pongo otro ejemplo: la antigua ciudad egipcia de Heracleion, que solo está a 2,5 kilómetros de distancia de la costa y a 10 metros de profundidad, no fue encontrada hasta este siglo.
¿Cómo le llega el interés por Egipto?
Había escrito y publicado cinco libros de poesía. Quise escribir un poema sobre la Gran Pirámide, y me puse a investigarla. Y ya ves, llevo 22 años sumergido en su cosmología.