La jubilación es la meta soñada de todos los españoles. Llegar a jubilarse con buena salud y una bonita pensión se nos antoja como u na especie de cielo en la tierra o merecido descanso después de cotizar durante décadas. Ahora bien, una vez llegado el momento, ¿qué queremos hacer con él?
Con esta imagen idealizada de lo que significa decir adiós a las obligaciones, se plantea el dilema de dónde vivir cuando llegue ese momento. Un lugar que tenga todo lo que uno necesita: cultura, buena gastronomía y calidad de vida son los elementos clave.
Sitges, la mejor ciudad para jubilarse
España tiene muchos pueblos y ciudades que cumplen con esos requisitos, de allí que no sea fácil escoger entre todos ellos y que incluso muchos extranjeros decidan pasar su jubilación en el país. Pero entre todas las opciones, en Cataluña hay una ciudad en particular que se ha ganado un lugar destacado entre las preferencias de las personas mayores de 65 años para disfrutar de esta etapa de la vida.
El último estudio realizado por el portal inmobiliario Idealista, asegura que el mejor lugar de toda España y, por tanto, de Cataluña, para jubilarse no es otro que Sitges. Sí, esta hermosa villa conocida por ser una de las primeras en todo el país en el que las personas LGTBIQ+ podían dar rienda suelta a su amor sin ser juzgadas y por ver nacer a una mítica discoteca de fama internacional como es Pachá, también es idónea para disfrutar de la jubilación.
Cómo es
Con una población cercana a los 30.000 habitantes, Sitges se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos de la provincia de Barcelona. A tan solo 38 kilómetros de la Ciudad Condal, esta localidad costera es conocida por su ambiente vibrante, su oferta cultural y su clima mediterráneo, que la convierten en un enclave perfecto para quienes buscan tranquilidad sin renunciar a un entorno activo y lleno de posibilidades.
Su privilegiada ubicación en la comarca del Garraf, con vistas al Mediterráneo y rodeada de montañas, la convierte en un lugar ideal para desconectar del bullicio urbano propio de la etapa en la uno debe trabajar. A eso se le añade su ambiente inclusivo, sus increíbles carnavales y su oferta cultural. El ejemplo más claro, es que Sitges alberga desde hace ya 57 años uno de eventos cinematográficos más importantes de España, el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Cataluña, conocido mundialmente por su especialización en cine fantástico y de terror.
Qué ver
Pero, más allá de su popularidad, Sitges ofrece mucho más a quienes buscan pasar sus años de jubilación en un entorno que combina lo mejor de la naturaleza con una rica vida cultural. Entre sus numerosos atractivos se encuentran los museos, que ofrecen una ventana al pasado y al arte de la región.
El Museu de Maricel, con su imponente colección de arte y sus espectaculares vistas al mar, es uno de los más destacados. También el Museu del Cau Ferrat, que fue la residencia del famoso pintor Santiago Rusiñol, permite conocer la vida y obra de este referente del modernismo catalán. Para los amantes de la historia, el Museu Romántico Can Llopis, con su extensa colección de objetos del siglo XIX, ofrece una experiencia nostálgica, mientras que el Museu del Ferrocarril de Catalunya es una opción divertida para toda la familia.
Las playas más bonitas
Además de su oferta cultural, Sitges está rodeada de un entorno natural impresionante. Las playas son, sin duda, uno de sus mayores atractivos. La Playa de San Sebastián es una de las más populares, no solo por sus hermosas vistas, sino también por la gran oferta de terrazas y bares donde se puede disfrutar de una cerveza o un aperitivo.
Por su parte, la Playa de los Balmis es otra excelente opción, más tranquila, perfecta para quienes buscan un ambiente relajado y sean amantes del naturismo. Para los que prefieren amplias extensiones de arena fina, la Platja Vilanova es ideal. Pero si lo que se busca es una playa más exclusiva y de difícil acceso, la Platja de l’Home Mort, una cala a las afueras de Sitges, es un verdadero paraíso donde también se puede practicar el nudismo.
Lugares para comer
El clima templado de Sitges durante todo el año es un factor clave que atrae a jubilados de todo el mundo. Las suaves temperaturas permiten disfrutar de actividades al aire libre en cualquier estación, ya sea paseando por el paseo marítimo, practicando deportes acuáticos o simplemente relajándose en alguna de sus numerosas playas.
La oferta gastronómica de la ciudad es otro de los grandes alicientes para quienes deciden jubilarse en Sitges. Su carácter turístico asegura una amplia variedad de opciones para todos los gustos y presupuestos.
Para quienes buscan una experiencia culinaria más sencilla y económica, el Incógnito Café Bar o el Restaurante Komokieras, en el centro de la ciudad, ofrecen platos deliciosos a precios asequibles. En la misma área, los restaurantes Sitges Bon Estar y Mamá #5 Sitges son opciones más elaboradas que destacan por su cocina mediterránea y fusión, respectivamente.
Por otro lado, aquellos que quieran disfrutar de una comida con vistas al mar tienen a su disposición una gran cantidad de restaurantes que ofrecen productos frescos del Mediterráneo. El Restaurante El Mascarón, el Mare Nostrum y el Club Náutico de Sitges son paradas obligatorias para los amantes de los mariscos, pescados y arroces. Aquí, disfrutar de un almuerzo junto al mar se convierte en una experiencia única.
El mejor pueblo para jubilarse
La ciudad también cuenta con una infraestructura bien desarrollada que la hace atractiva para las personas mayores. Sus servicios de salud, transporte y bienestar están diseñados para garantizar una calidad de vida elevada. Además, su proximidad a Barcelona facilita el acceso a una gran ciudad sin tener que renunciar a la tranquilidad que ofrece un pueblo costero.
Todo eso ayuda a que Sitges sea el lugar ideal para aquellos que buscan disfrutar de su jubilación en un entorno envidiable. Su clima agradable, la riqueza de su oferta cultural, sus impresionantes playas y una gastronomía que seduce a todos los paladares, hacen de esta ciudad el destino preferido para quienes desean vivir sus años dorados rodeados de belleza y tranquilidad.
Cómo se llega
Además, Sitges está muy bien conectado. Llegar desde Barcelona en tren es cuestión de media hora. Los trenes de la línea R2 Sud de Rodalies, que parten de la estación de Sants, tienen una frecuencia de paso de unos 15 minutos. Este servicio de trenes es directo y te deja en la estación de Sitges, que está situada muy cerca del centro de la ciudad, a 10 minutos andando de la playa.
El trayecto desde Barcelona hasta Sitges también es bastante rápido y directo en coche. Se puede tomar la carretera C-32, una autopista de peaje, que ofrece un recorrido de unos 40 minutos, dependiendo del tráfico. Otra opción es la carretera C-31, conocida como la carretera de las Costas del Garraf, que aunque es más lenta y sinuosa, ofrece unas vistas espectaculares del litoral mediterráneo.