Los Mossos d'Esquadra se han incautado de once motocicletas que, dicen, están relacionadas con el fraude de Harley BCN, el concesionario más antiguo de España que cerró abruptamente en septiembre. La policía catalana ha dado hoy el resultado de los registros de la semana pasada, que avanzó Crónica Global. En el marco de los mismos, se detuvo a Toni Solano, pero el juez obligó a liberarle.
En un comunicado, los Mossos han confirmado que han intervenido once motocicletas, dos de ellas eléctricas, en el marco de tres registros en Cabrera de Mar, El Masnou y Matadepera. Asimismo, han corroborado el arresto de una persona de 35 años, Solano, el gestor del polo motero de la zona alta.
El directivo insiste en que es una víctima
Lo factual es que se sigue una causa criminal en el juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona, que es el que mandató los registros e incautaciones. Pero a partir de aquí, las versiones difieren.
El entorno de Solano desliza que las motocicletas intervenidas son de dos financieros italianos a los que acudió cuando el negocio entró en dificultades económicas. "Colaboró con los Mossos d’Esquadra facilitando los datos de un tercer concesionario al que los italianos habían llevado las motocicletas para su posterior venta", subraya.
"Han vaciado la sociedad"
Su entorno alega que el joven empresario "es un perjudicado más, pues en el mes de febrero de 2023 cedió la gestión del negocio a los otros encausados italianos". Solano, que heredó el hub motero de si padre, "desconocía absolutamente las conductas llevadas a cabo por estas personas, que además han vaciado la sociedad".
Su círculo de confianza enfatiza que el directivo guió a la policía hasta el otro concesionario, donde se intervinieron los vehículos y un automóvil. "En el domicilio del Sr. Solano no se halló ninguna motocicleta", apostillan.
"Las ventas las hizo Solano"
Fuentes cercanas a los financieros italianos difieren. Recuerdan que las ventas de las motos investigadas "las hizo el propio Solano", por lo que "tiene que ser él el responsable de una estafa, si la hay".
Los empresarios transalpinos se desmarcan de la "mala marcha" de Calvet, que atribuyen a Solano padre y a su hijo. Ellos, insisten, solo aportaron financiación extrabancaria cuando se les pidió que lo hicieran.
Concesionario aparte
Los prestamistas detallan que el concesionario intervenido por los Mossos "no tiene nada que ver" con el del Turó Park, y que el fraude, si lo hubo, se produjo en esta última tienda.
Las dos versiones se cruzarán en la sala de Instrucción número 27, que sigue un caso por estafa, falsedad documental, apropiación indebida de vehículos y alzamiento de bienes.