El turismo de borrachera, uno de los grandes males del sector y de los vecinos que lo sufren, ha aterrizado en las Ramblas de Barcelona. Allí, en la parte baja del icónico paseo, cuatro viajeros se han jugado la vida (y la de los paseantes) al asomarse más allá de la barandilla de la azotea de un hotel. Todo ello, con señales claras de embriaguez, bebidas en la mano, el torso descubierto y entonando cánticos a pleno pulmón.
Los hechos ocurrieron en el mediodía de ayer, 12 de agosto, en la terraza del Hotel Flor Parks, ubicado en el número 70 de las Ramblas (distrito de Ciutat Vella). Un usuario grabó la escena en vídeo y la subió a X acompañada del comentario "Barcelona es un vertedero enorme".
Restricciones en Ciutat Vella
Este episodio se produce junto con el anuncio de la prórroga de las prohibiciones de las "rutas de borrachera" hasta el próximo 2028 en el distrito de Ciutat Vella. Las sanciones económicas llegan hasta los 900 euros; sin embargo, no se descartan subidas en los importes.
Imagen del distrito de Ciutat Vella
Esta prohibición entró en vigor en 2012 y ahora se ha alargado por cuatro años más. La normativa restringe completamente la promoción, la organización y la ejecución de rutas de usuarios en cualquier modalidad entre establecimientos de pública concurrencia en Ciutat Vella, entre las once de la noche y las siete de la mañana.
Cerco a los grupos
2023 marcó otro punto de inflexión de la normativa, cuando en marzo del año pasado se limitaron a 20 las personas de un mismo grupo que pueden coincidir en 12 espacios del distrito, con aforo limitado para estos colectivos.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció la prórroga de esta medida por cuatro años más cuando se celebró el pleno de julio. En este escenario, las multas alcanzan los 1.500 euros y, en caso de reincidencia, los 3.000.