Igual que hay dichos catalanes que no encuentran su equivalente en español, a la inversa también pasa. Y aún más, hay expresiones castellanas que no son del todo conocidas por estos lares y que muchos reclaman que sean extendidas. Son frases muy comunes en Latinoamérica, donde vive el mayor número de hispanohablantes del mundo, pero que nunca logran cruazar el charco.
Sí, nos ha llegado lo típico: “no mames, guei”, “gonorrea”, “boludo”. Todo ha sido a través de la ficción o de la migración constante de España hacia Latinoamérica. En cambio, hay una que no está tan extendida y que solicitan que sea registrada en alguna publicación oficial, especialmente por su utilidad.
Qué expresión es
Hablamos de una expresión más que común en Argentina. Y no, no es “la concha de la lora”. Es mucho más útil, menos vulgar y que sirve a modo de advertencia: “no aclares que oscurece”.
Tal vez dicho así genera un poco de misterio, pero aplicado se ve mucho más claro a qué hace referencia. Imaginemos que en una reunión de trabajo alguien no trae los documentos que tenía que aportar o bien, entre amigos, alguien se empeña en explicar por qué llega tarde o no viene. En este momento, se puede soltar un "no aclares que oscurece".
Cuándo se usa
De esta manera, de una manera distendida, coloquial y sencilla, se advierte a la persona que la explicación, la aclaración de sus actos puede llevar a confusión. Es más, podría uno pensar que se trata de una mera excusa que, al entrar en detalles, se sospecha que puede ser eso, una mentira, cuando no lo es.
En definitiva, este refrán, se usa para advertir sobre el peligro de sobreexplicar o complicar aún más una situación al intentar aclararla. Por tanto, ofrece una lección valiosa sobre la comunicación y la simplicidad.
Origen de la frase
El origen exacto de "no aclares que oscurece" es incierto, pero como muchas expresiones populares, parece haber surgido del habla coloquial y se ha transmitido oralmente a lo largo de generaciones. Es por eso que, para muchos, esta es una evidencia de la sabiduría acumulada de la cultura popular.
En cualquier caso, se apunta a que el dicho probablemente se originó en un contexto donde se observó que intentar desentrañar un problema con demasiada información o explicaciones solo servía para hacerlo más confuso.
Muy común, poco extendida
El refrán se puede aplicar en diversos contextos. Por ejemplo, en una conversación donde alguien está tratando de explicar un malentendido, añadir demasiados detalles o justificar excesivamente una situación puede resultar en más confusión o incluso en la pérdida de credibilidad. En el ámbito profesional, también, porque sobreexplicar una decisión o un error puede generar dudas innecesarias y complicar la percepción de la situación.
Sea como sea, “no aclares que oscurece" es una advertencia útil en muchas áreas de la vida cotidiana, pero que lamentablemente no está tan extendida como muchas de las personas que la usan les gustaría. ¿Se va a poder ver en breve en algún diccionario oficial de frases hechas?