Guillermo, el pistolero de Girona, sigue fugado: las claves del caso que ha puesto en jaque a los Mossos

Guillermo C.H. sigue en paradero desconocido. Han pasado casi 15 días desde que, la noche de San Juan, este hombre de 30 años huyó del barrio de la Font de la Pólvora de Girona, minutos después tirotear a quemarropa y sin miramientos a cuatro integrantes del clan de Los Tomates. El presunto autor irrumpió en una discusión infantil entre dos niñas con un fusil de asalto tipo Kalashnikov AK-47 y abrió fuego contra los miembros de la familia rival. Dos de ellos, Juan, de 48 años, y Yolanda, de 44, murieron prácticamente en el acto. Otras dos personas, ambos hijos del fallecido, resultados heridos de gravedad y tuvieron que ser trasladados al Hospital Josep Trueta de la capital gerundense. 

Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso cuando pasaban pocos minutos de las once de la noche. Lamentablemente, cuando los primeros agentes llegaron al lugar de los hechos, cerca de la calle Acacia, tan solo se encontraron a las dos víctimas mortales y a las dos personas heridas. Por entonces, ya no quedaba ni rastro ni del pistolero ni de su familia.

Calle Acacia del barrio Font de la Pólvora, en la que residía el presunto autor del tiroteo de Girona GOOGLE STREET VIEW

Asaltan las propiedades del pistolero y su familia

Según ha podido saber Crónica Global, los primeros indicios apuntan a que el pistolero, su mujer, dos de sus cuñados y un sobrino huyeron dirección Granada, donde otros miembros de su familia podrían estar dándole refugio. Antes, sin embargo, el presunto doble homicida pidió ayuda a unos familiares en Figueres (del clan de Los Porros), pero su enemistad manifiesta y los anteriores conflictos entre ellos fueron argumento suficiente para que estos allegados desestimaran ayudar al fugitivo.

Días después, el barrio de Figueres donde viven los familiares de Guillermo se convirtió en escenario de otra vendetta por parte de los miembros del otro clan. Y es que los mismos familiares que, horas después del doble homicidio, destrozaron la casa del presunto pistolero, partieron el pasado fin de semana de Girona hasta Figueras para quemar las viviendas de varias personas cercanas al fugitivo.

Se calcula que, en total, Los Tomates han reventado más de una decena de inmuebles, coches, motocicletas y una pequeña embarcación del clan de Guillermo. El mensaje es claro: si vuelven al barrio ese será su mismo destino. De hecho, en la Font de la Pólvora todavía quedan los restos de cuando quemaron varios de los vehículos. 

El estado en el que ha quedado el exterior de la casa de los presuntos autores del tiroteo en Girona CRÓNICA GLOBAL

Vinculado al tráfico de marihuana

Paralelamente, según las primeras informaciones, Guillermo estaba estrechamente vinculado con el cultivo y tráfico de marihuana. Así son las cosas, en la casa que asaltaron los Tomates tras el doble asesinato hallaron una plantación ilegal. Además, según confirmó el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, el fugitivo fue detenido por agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Nacional a finales del pasado mes de abril en el marco de un macro operativo policial en contra de una organización que se dedicaba a proveer de marihuana a organizaciones criminales extranjeras.

Diáspora de amigos y familiares

Desde que sucedieron los hechos, la policía catalana ha montado un dispositivo permanente en el barrio de la Font de la Pólvora para evitar que "la sed de venganza" se apodere de la paz del barrio. No obstante, como ya publicó esta redacción, miembros de ambos bandos, conscientes de las posibles represalias que podían desencadenarse tras estos hechos, y siguiendo las normas no escritas de la justicia caló, se han visto obligados a abandonar la zona y buscar un hogar lejos del barrio. 

Una joven explicaba a esta redacción que, debido a su relación sentimental con un joven gitano del barrio -cercano al doble homicida- había tenido que dejar su hogar y refugiarse en casa de unos familiares en Maçanet-Massanes (Girona). Una decisión, aseguraba, que también han tenido que tomar otros conocidos de la Font de la Pólvora, obligados a buscar cobijo lejos de la tensión que reina esta zona. “Tenemos miedo de lo que nos pueda pasar”, titubea

Entregó el fusil a un vecino

Mientras, se van conociendo a cuentagotas los detalles del caso y de la investigación, que sigue bajo un férreo secreto de sumario por orden del Juzgado de Instrucción 3 de Girona. No obstante, por ahora, los Mossos d’Esquadra han podido recuperar la AK-47 con la que se perpetró el doble crimen y, horas antes de este hallazgo, en Mont-ras, en el Baix Empordà, se localizó un coche calcinado que constaba a nombre del sospechoso.

En este sentido, según ha informado la periodista Anna Punsí, el supuesto autor del crimen le habría entregado el arma a un vecino "para que se deshiciera de ella". Según su declaración, el lugar donde la tiró coincide con la ubicación donde los agentes la encontraron tras los hechos. De hecho, a Guillermo se lo conocía como "el Kalashnikov" porque ya había presumido de tener esta arma con anterioridad. Se calcula que su precio oscila entre los 7.000 y los 10.000 y se desconoce cuándo la adquirió. 

Tras entregar el arma, Guillermo y su familia huyeron en un Golf y una furgoneta Berlingo, propiedad de un conocido. Por ahora, los investigadores tan solo han podido localizar la furgoneta. 

Altercados en el Trueta

Mientras unos huían, los familiares de las víctimas se desplazaban hasta el hospital Trueta de Girona, acompañando a los heridos. Juan y su cuñada Yolanda --la mujer que discutió con la pareja sentimental de Guillermo, Estefanía-- murieron prácticamente en el acto. El patriarca de Los Tomates recibió al menos dos tiros que le destrozaron la espalda y el hígado. Los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) no pudieron hacer nada por salvarles la vida. 

Los hijos de Juan, Jennifer de 27 años y Antonio de 15, corrieron mejor suerte y se recuperan, dentro de la gravedad, en el hospital de la capital gerundense. Donde, la noche de los hechos, sus familiares se encararon contra los agentes de la policía catalana que custodiaban la planta para evitar altercados.