Adaia López, condenada por arrancar la lengua a su exnovio

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Adaia, condenada por arrancar la lengua a su novio, detenida en una casa okupada en el Baix Empordà

Los Mossos d’Esquadra la arrestaron el martes por la noche después de permanecer fugada desde hace un año; pese a ser aprehendida en marzo, escapó de nuevo por una impruedencia de los tribunales

26 junio, 2024 09:50

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Los Mossos d’Esquadra han detenido a Adaia López, la joven sobre la que pesa una sentencia firme de seis años de cárcel por arrancar la lengua a su exnovio en 2016, en una casa okupada ubicada en la urbanización Mas Ambros de Sant Antoni de Calonge (Girona). 

La policía catalana ha dado con su paradero gracias a una información anónima que la situaba en esta localidad del Baix Empordà. Con su detención, sobre las 21.30 del martes, termina una fuga que arrancó hace ahora un año.

Según ha podido saber en exclusiva Crónica Global, además de la orden de ingreso en prisión a petición de la Sección 20 de la Audiencia de Barcelona, que la condenó por la agresión a su ex, también tenía un requerimiento para presentarse en un Juzgado de Valls por motivos que no han trascendido. A lo largo de este miércoles, pasará a disposición judicial en Sant Feliu de Guíxols (Girona). 

Estaba en busca y captura

La condenada, sobre la que pesaba una orden de búsqueda, captura e ingreso en prisión desde junio de 2023 por no haber ingresado en la cárcel después de que el Tribunal Supremo ratificara la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, fue identificada por una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía Local de Esparreguera. Sucedió el 29 de marzo de este año, durante la noche del Viernes Santo, tras una trifulca de Adaia con su actual pareja. Cuando los agentes introdujeron sus datos en el sistema y descubrieron que era una prófuga de la justicia, la arrestaron

Al día siguiente, sábado Santo, la condenada pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Martorell en funciones de guardia. Fue entonces cuando el juez de guardia ordenó dejar sin efecto la orden de búsqueda y captura, pues ya estaba localizada, y la citó a comparecer ante la Audiencia de Barcelona.

Una imprudencia de la justicia

En contra de todo pronóstico, Adaia acudió a esa cita el martes 2 de abril y prestó declaración en la Sección 20, la misma que la había condenado a seis años de cárcel en mayo de 2021.

En esta vista, de la que no se informó a la defensa de la víctima, se le instó a que, en el plazo de 15 días, ingresara de forma voluntaria en el penitenciario de Cataluña que ella misma eligiese, pese a que en el pasado no cumplió con estos plazos y se dio a la fuga. Un acto de fe del tribunal que fracasó. 

El 29 de abril, un mes después de su detención y con la condenada, de nuevo, en paradero desconocido, se emitió otra orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión. Sin embargo, la requisitoria a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no se hizo efectiva hasta el 13 de mayo. Con este panorama, el abogado Pepe Rey, que representa al perjudicado, temía que se hubiese fugado del país. Sin embargo, la joven se refugió en una casa okupada de Sant Antoni de Calonge, donde finalmente ha sido localizada. 

Le arrancó un tercio de la lengua

Los hechos por los que fue condenada se remontan al 26 de junio de 2016, cuando Adaia y Aarón, el que en aquel momento era su pareja, mantuvieron una fuerte discusión en el domicilio que ambos compartían en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Cuando aparentemente ella se había calmado, él la abrazó y le dio un beso en la boca. Fue en ese momento cuando ella le mordió la lengua, seccionándosela a la altura del frenillo, y la escupió al suelo.

A raíz de estos hechos él presenta secuelas irreversibles: además de un perjuicio estético, tiene problemas para percibir algunos sabores, para deglutir y para pronunciar algunos fonemas, con el especial hándicap que esto supone, dado que es licenciado en Filología inglesa. A causa de las graves lesiones, Aarón estuvo tres meses sin poder hablar y tuvo que volver a aprender a hacerlo con ayuda de un logopeda, que le enseñó nuevos puntos de apoyo tras perder un tercio de la lengua.