La inverosímil declaración del violador de Igualada: "La chaqueta me la encontré"
El acusado asegura que bebió hasta quedarse en estado de semiinconciencia en un banco, pese a que las cámaras lo captaron persiguiendo a la víctima caminando, primero, y corriendo, después
20 junio, 2024 14:42Noticias relacionadas
Brian Raimundo C. M., acusado de violar a una menor de 16 años en Igualada el 1 de noviembre de 2021 y dejarla al borde de la muerte por las brutales lesiones que le causó, ha prestado declaración este jueves frente al tribunal que lo juzga en la Sección 10 de la Audiencia Provincial de Barcelona. Se enfrenta a 45 años de cárcel: 15 por la agresión sexual y 30 por un asesinato en grado de tentativa.
El procesado, que sólo ha respondido a las preguntas de la defensa, ha dado una inverosímil explicación de lo ocurrido la noche en la que niega haber cometido la violación. El joven, que ahora tiene 24 años, ha explicado que salió de fiesta con sus amigos y que tomó "bastante" alcohol. También que consumió marihuana y chocolate (hachís).
"Me quedé dormido en un banco"
Esa noche sostiene que tuvo una discusión con Yerai, uno de los jóvenes que aparecen en un vídeo grabado por un vecino horas antes de la violación en el que se ve a un grupo de 11 chavales causando destrozos en un vehículo y que fue clave para identificarlo.
Por ese motivo, se separó del grupo. "Me marché, pero como tenía las botellas en mi mochila seguí bebiendo. Bebí hasta acabarme la botella. Estaba bastante mal. No podía ni caminar y me quedé dormido en un banco", ha explicado frente al tribunal. Sin embargo, en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de las naves del polígono industrial de Les Comes, donde se cometió la violación, se le ve caminando con seguridad, primero, y corriendo, después, hasta alcanzar a la víctima a las 6.13 de la madrugada.
Él, que ha obviado la franja en la que sucedió la agresión sexual durante su declaración, sostiene que después de un rato tumbado recobró un poco la consciencia. Lo suficiente, ha precisado, como para consultar la dirección de su domicilio en Google Maps. "No sabía ni dónde me encontraba".
Las pruebas, irrefutables
Preguntado sobre si cometió la brutal violación, Brian Raimundo C. M. lo ha negado rotundamente, aunque existen numerosas pruebas que lo señalan, algunas irrefutables, como el ADN de la víctima en la chaqueta que llevaba puesta aquella noche. También la geolocalización de su teléfono móvil, que se conectó a las mismas antenas que el de la víctima de forma simultánea. Y las imágenes de seguridad, en las que se le ve el rostro y numerosas prendas de ropa, algunas muy características, que fueron halladas en su casa.
Sin embargo, él ha negado que se reconozca o identifique en las imágenes en las que aparece persiguiendo a la menor con esta indumentaria, es decir, las que captaron las cámaras de seguridad de las naves industriales y recuperaron los Mossos, sin mencionar al vídeo en el que aparece junto a Yerai, su amigo, con esta misma ropa.
Sobre la bomber de piel sintética recuperada en la entrada y registro en su domicilio seis meses después de la agresión sexual todavía manchada con sangre de la víctima, Brian Raimundo C. M. ha dicho que no era suya. "Me la encontré de fiesta. La mía la perdí, no sé muy bien donde. Me la puse porque tenía frío". Y sobre el hecho de que buscara "chica violada Igualada" tres días después de los hechos, ha argumentado que tanto él como su novia realizaron la consulta porque la noticia fue "muy grande".
"Prefiero cumplir la pena en España"
Además, ha alegado que en aquella época no era consciente de que tenía un problema con el alcohol, pues bebía todos los días. También consumía a diario hachís y marihuana. "Unos 15 o 20 gramos". Después de consumir, "no podía controlar los actos que hacía".
El acusado, que sabe que se enfrenta a una elevada pena de prisión, ha expresado de antemano que, en caso de ser condenado, prefiere cumplir la condena en España. Para convencer al tribunal ha justificado que tiene familia en este país. En concreto ha mencionado a su madre y a su hermana, pese a que su progenitora fue quien le denunció tras conocer que había violado a su otra hija cuando tenía siete años durante unas vacaciones familiares. También ha añadido que tiene domicilio conocido, que trabaja desde los 17 años y que no tiene arraigo en su país de origen, pues reside en este desde pequeño.