Detenido un hombre por causar el incendio cerca del parque eólico de Tortosa

Agentes de la Unidad Regional de Medio Ambiente (URMA) de los Mossos d'Esquadra en les Terres de l'Ebre (Tarragona) han detenido este miércoles por la mañana a un hombre por presuntamente haber causado el incendio que se registró este martes en el barranco del Racó de l'Ermita del Coll de l'Alba, en Tortosa.

Según han informado fuentes de la policía catalana, el hombre estaba realizando una quema de restos de poda para los dueños de una finca y, si bien tenía permiso para ello, no contaba con las medida de seguridad requeridas. Las llamas se descontrolaron y cuando el fuego se extendió, el sospechoso huyó del lugar de los hechos. 

Cazado cuando intentaba huir en tren

Es más, los agentes de la URMA lo han detenido alrededor de las 8.00 de la mañana de este miércoles en la estación de tren de L'Aldea, municipio cercano a Tortosa. Los policías lo han cazado in extremis cuando, supuestamente, intentaba huir de Cataluña. 

Tal y como ya informó Crónica Global, el incendio se declarós obre las 10:15 horas de la mañana del martes en el barranco del Racó de l'Ermita del Coll de l'Alba. Justo al lado del foco de las llamas se encuentra un parque eólico, el cual tuvo que cesar su actividad, por la proximidad del fuego. 

87,6 hectáreas calcinadas

Aunque el fuego pudo estabilizarse sobre las 17:30 horas, el operativo de los Bombers de la Generalitat se he alargado durante toda la noche para evitar que las llamas se avivarán de nuevo con el cambio de la orientación del viento. Es más, durante la mañana de este miércoles varias dotaciones seguían en el lugar de los hechos para asegurar el perímetro y trabajar en algunos puntos que todavía seguían calientes. 

Según los Bombers, el incendio, que se dio por controlado a las 23.00 horas, ha calcinado 87,6 hectáreas. En el dispositivo han participado 60 dotaciones y más de un centenar de efectivos que trabajaron para extinguir las llamas en un operativo que se ha antojado complejo: por un lado, por la rapidez con la que se propagaron las llamas, así como por las irregularidades del territorio, que no permitieron que los vehículos accedieran con facilidad a la zona afectada.