Los árboles monumentales de Cataluña, que están protegidos y preservados por su singularidad y especie, son el resultado de un decreto aprobado en 1987.
Desde la implementación de esta normativa, más de 270 árboles han sido declarados monumentales y están distribuidos por todo el territorio. Los primeros en recibir esta protección fueron el Pi de les tres branques, en Berguedà y el Roble de Can Codorniu, en Alt Penedès.
Grandes árboles
Algunos de estos árboles se encuentran cerca de caminos, otros en medio de prados o incluso en plazas. Sin embargo, destaca el número significativo de árboles situados en zonas rurales. Los árboles declarados monumentales están señalizados con carteles informativos y pueden ser de propiedad pública o privada.
En términos de hectáreas, los bosques predominantes en Cataluña son los de pino blanco. Sin embargo, cuando se considera la cantidad de ejemplares, la encina es la especie más numerosa. Estas especies son mayoritarias en las cotas bajas, mientras que en las cotas altas predominan los bosques de pino rojo.
Árboles históricos
Entre los más de 200 árboles monumentales catalogados, hay más de 50 especies distintas.
Los árboles monumentales tienen una presencia significativa en las comarcas de Osona mientras que en el Gironès, Baix Penedès, Segrià y La Segarra tienen menos árboles declarados monumentales; probablemente debido a la baja densidad de bosques y a la prevalencia de cultivos.
Particularmente en Osona, en Espinelves, se encuentra la finca de Masjoan, que alberga la mayor concentración de árboles monumentales de Cataluña. Esta finca incluye una arboleda con muchos árboles que superan los 40 metros de altura, destacando especialmente el Castaño de India y el Arce.
La Selva sigue a Osona en el número de árboles catalogados, siendo una de las comarcas con mayor extensión de bosques en Cataluña.
Otras comarcas con un número significativo de árboles monumentales son el Pallars Sobirà, Alt Empordà, Vallès Oriental y Terra Alta, todas contribuyendo al diverso patrimonio forestal de Cataluña.
Ruta de árboles monumentales
Lo Parot es el padre de los olivos. Es un árbol milenario que se encuentra a unos 600 metros de la salida del municipio de Horta de Sant Joan.
El castaño de Can Cuc o castaño Gros de la Casa del Bosc es el más ancho, con casi doce metros de diámetro. Este se encuentra en el lugar de la Baga del Cuc, cerca del afluente del arroyo de Vallfornès, en el municipio de Cànoves, en Barcelona.
El Roble de Can Oriol está situado en medio del parque homónimo de Rubí que es muy transitado. Ha sido testigo de más de 300 años de vida de la ciudad y ha sido catalogado como árbol monumental en el 1995 y es, actualmente, el único roble protegido como monumento en el Vallès Occidental.