Los okupas han vuelto a hacerse con el control del palacete de la mafia georgiana en la zona alta de Barcelona, cuyo valor ronda los cuatro millones y medio de euros. Según ha podido saber Crónica Global, hace aproximadamente tres meses, cuatro sujetos se instalaron en el jardín de la mansión de tres plantas y 670 metros cuadrados, sita en el número 24 de la calle Joan d’Alos 24, y que está tapiada desde que otros allanadores fueron expulsados por la policía en 2011.

Los nuevos okupas han desafiado al clan de La Mina que se ocupaba de vigilar esta propiedad, Los Lisardos, y han serrado una de las verjas laterales para acceder a la finca, en la que han instalado dos tiendas de campaña. Las fuentes consultadas aseguran que todas las mañanas los okupas se descuelgan por el muro perimetral, descienden por la calle del Dr. Joaquín de Albarrán y no regresan hasta ya entrada la noche. “Piden en el metro”, indican las mismas voces. 

El refugio de un capo de la mafia

Esta lujosa propiedad pertenecía a Tariel Oniani, alias Taro, líder de la mafia Kutaiskaya en su condición de vor v zakonen o ladrón de ley, el calificativo que reciben los jefes de las organizaciones criminales surgidas en la antigua URSS y que extendieron sus actividades ilícitas por Europa tras la caída del muro de Berlín.

Una de las tiendas de campaña de los okupas en el jardín del palacete de la mafia georgiana LUIS MIGUEL AÑÓN - CRÓNICA GLOBAL

En el marco de la Operación Avispa -en la que también mordió el polvo Malchas Tetruashvili- los investigadores de la Policía Nacional, atribuyeron a Oniani el liderazgo de un entramado criminal especializado en el tráfico de drogas y la extorsión.

La mafia usaba un entramado de empresas fantasma ubicadas en paraísos fiscales para blanquear capitales procedentes de actividades ilícitas en Estados Unidos y otros países de Europa. Una de las propiedades que el georgiano adquirió mediante estos fondos fue, precisamente, este palacete de 1950, ubicado en una de las zonas más exclusivas de la capital catalana.   

Huyó dejando atrás a su hija

En 2005, durante la explotación de la Operación Avispa, los agentes de la Policía Nacional esperaban a Oniani agazapados en las inmediaciones de la mansión de Joan d’Alós para detenerle. Pero el georgiano nunca llegó. Tras un chivatazo, el mafioso huyó a Rusia dejando atrás a su hija, que había dejado a cargo de una cuidadora mientras cenaba esa noche con unos amigos en un restaurante de la Ciudad Condal. La pequeña de los Oniani era la única que estaba en casa cuando los agentes irrumpieron en el domicilio para efectuar un exhaustivo registro que dejó el palacete manga por hombro. 

El 'palacete okupa' del capo de la mafia georgiana Tariel Oniani LUIS MIGUEL AÑÓN - CRÓNICA GLOBAL

En 2008 el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ordenó que el palacete del Oniani pasara a manos de la Administración Pública y fuese destinado a fines sociales para revertir el daño que esta mafia había hecho a la comunidad. Sin embargo, la propiedad quedó bloqueada a la espera de que se dirimiera si el prófugo salía condenado o absuelto. Finalmente, el mafioso fue aprehendido en Rusia en 2009 y condenado a 10 años de prisión por las autoridades soviéticas por el secuestro de un empresario.

El criminal no fue extraditado a España hasta 2019, pese a que la Audiencia Nacional lo reclamó durante una década. Finalmente, en 2020 fue condenado a cuatro años de cárcel y a 35.000 euros de multa por un delito de asociación ilícita. Se libró de una condena por blanqueo de capitales, como pedía la Fiscalía Anticorrupción, pues cuando las autoridades rusas lo entregaron, en el Código Penal de su país, este delito ya había prescrito. 

El 'palacete okupa' del capo de la mafia georgiana Tariel Oniani LUIS MIGUEL AÑÓN - CRÓNICA GLOBAL

La mansión, a subasta

Dieciséis años después de que el juez Andreu ordenada darle un uso social, la mansión sigue cerrada a cal y canto. La maleza ha ido ganando terreno y los vándalos han estampado sus firmas sobre las paredes y las majestuosas columnas.

La exconsellera de Interior por el PSC, Montserrat Tura, intentó aprovechar esta imponente infraestructura, que cuenta incluso con piscina, para instalar un centro de régimen abierto para menores de edad condenados por delitos contra la salud pública. De hecho, durante su mandato logró que el palacete, sobre el que pesaban dos hipotecas, quedase libre de cargas. Pero con el cambio de gobierno el proyecto quedó en papel mojado. 

El 'palacete okupa' del capo de la mafia georgiana Tariel Oniani LUIS MIGUEL AÑÓN - CRÓNICA GLOBAL

Según figura en el Registro de la Propiedad, consultado por este medio, la propiedad pertenece todavía al fondo Moler Limited, domiciliada en Gibraltar. El palacete tenía inicialmente una hipoteca con el banco Santander -de la que se desconoce la cuantía- y, posteriormente, las cargas pasaron a la entidad Teulada Vermella S.L.. Como consecuencia del impago de la hipoteca por parte de Moler Limited, Teulada Vermella ha puesto en subasta la propiedad

Embargada por impago de los impuestos municipales

Por su parte, con motivo del impago de impuestos por parte de los dueños de la propiedad, el Ayuntamiento de Barcelona realizó el 22 de marzo de 2022 un embargo preventivo. Una vez la propiedad se adquiera en subasta, el embargo quedará sin validez, pues se ha realizado con posterioridad al momento de poner a subasta la propiedad. 

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