Los deltas corren peligro: el Ebro es un ejemplo de conservación

El cambio climático, entre muchos otros, pone en riesgo una enorme cantidad de paisajes naturales. España, y todo el Mediterráneo comparten un elemento muy característico, el cual necesita de especial protección: los deltas.

Estas entradas, conocidas como las “puntas de flecha” hacia el mar, son un pilar fundamental para proteger los ecosistemas de los litorales. De forma conjunta, en la Jornada sobre los Deltas en el Mediterráneo, organizada en Alicante, varios países hacen un llamamiento a seguir incrementando las protecciones, con el fin de preservarlos. 

Egipto, Túnez, Turquía, Italia y España han unido voces. Se han puesto sobre la mesa los ingredientes del cambio climático que más riesgo suponen. Pero también, se ha hecho énfasis en cómo el delta del Ebro es un ejemplo a seguir para su conservación. No sólo para España, sino para todo el conjunto de países.

¿Por qué están en peligro los deltas?

El cambio climático ha brindado una serie de ingredientes, que hace que estos estén sufriendo degradación. De hecho, de acuerdo a lo que han compartido en la jornada, todos los deltas, por sus características, comparten los mismos peligros, pese a estar ubicados en zonas geográficas diferentes, ya que, al final, viven “bajo el mismo techo”: el mar Mediterráneo.

La subida del nivel del mar, las erosiones, la reducción de aportes de sedimentos o las sequías son algunos de los principales factores que hacen que los deltas se degraden. El cambio climático es quién los aporta. Pero además de estos, otras actividades humanas como la extensión urbana descontrolada o una mala gestión de la agricultura, o decisiones como el secado de zonas pantanosas para erradicar enfermedades como la Malaria (en el continente africano), empeoran su estado. 

Estos son imprescindibles para la absorción del CO2, así como también, son auténticos refugios de biodiversidad. Del mismo modo, también ayudan a la preservación de los humedales. 

Ejemplo de Misgurnus anguillicaudatus del Delta del Ebro Europa Press

El Ebro, un ejemplo de protección

Aunque actualmente los deltas están en un estado vulnerable, ya hay en marcha políticas que preservan estos ecosistemas, y son un referente. El delta del Ebro se ha calificado como “uno de los mejores ejemplos de gestión en el Mediterráneo”. 

Una de las razones de peso que dan es el asegurar un caudal mínimo, para que las sequías no repercutan de una manera tan feroz. Además, también está en marcha el plan de inversión para la gestión integral de sedimentos, con un total presupuestado de 11,9 millones de euros y que va a abarcar hasta el próximo 2026.