Un estudio liderado por investigadoras del Hospital del Mar, de Barcelona, ha descubierto un tipo de linfocito glóbulo blanco que, en contacto con los anticuerpos usados en el tratamiento contra un tipo de cáncer de mama agresivo, activan y potencian la respuesta inmunitaria.
Estudios anteriores habían certificado el hecho de que la presencia de este tipo de linfocitos, los Natural Killers (NK), que pueden matar las células tumorales, en los casos de cáncer de mama HER2 positivo (uno de los más agresivos), tenía relación con la respuesta de las pacientes al tratamiento con los anticuerpos que se utilizan contra estos tumores, antiHER2.
Recluta otras células
Sin embargo, y a pesar de esta asociación, el número de NK era más bajo que el de otras células del sistema inmunitario, por lo cual, los investigadores sospechaban que también tenían una función reguladora de la respuesta de las defensas del cuerpo ante el cáncer.
Este nuevo estudio, publicado en la revista Journal of Experimental & Clinical Cancer Research, se ha centrado en aclarar este aspecto y ha demostrado cómo las NK, al entrar en contacto con los antiHER2, segregan pequeñas proteínas que modifican el microambiente tumoral, hecho que facilita la llegada de otras células del sistema inmunitario, reforzando así la acción del tratamiento contra el cáncer.
Mejor respuesta
Gracias a este descubrimiento, los investigadores han confirmado que las pacientes con mayor presencia de linfocitos NK en el entorno de los tumores presentan una mejor respuesta al tratamiento.
El grupo de trabajo considera también que estas conclusiones pueden ser trasladables a otros tipos de tumores, puesto que el estudio "evidencia que la actividad del linfocito NK como célula con capacidad de modificar el ambiente del tumor es extrapolable a otros tumores"