Nuevo incidente en la cocina de una cárcel catalana: los funcionarios del centro penitenciario de Quatre Camins, en La Roca del Vallès (Barcelona), han abierto una investigación para localizar un cuchillo extraviado.

Fue tras el servicio de cocina del jueves, tras hacer el recuento de herramientas, cuando los trabajadores del centro se percataron de que faltaba uno de los utensilios: una puntilla utilizada para pelar frutas y verduras. 

El cuchillo, desaparecido

Según ha avanzado El Caso, nada más darse cuenta de que este utensilio no estaba en el carro, los funcionarios registraron a todos los presos que trabajan en las cocinas, provocando incluso retrasos en el servicio, pero no localizaron el cuchillo. A día de hoy, la puntilla sigue desaparecida, lo que genera inquietud en el centro penitenciario. 

Cabe recordar que el pasado 13 de marzo Núria L., cocinera de la prisión tarraconense de Mas d'Enric, en El Catllar, fue asesinada en su puesto de trabajo por Iulian, un preso condenado por un delito de sangre. La trabajadora fue asesinada con un cuchillo en la cocina, el mismo método que el criminal -que se suicidó- había utilizado para acabar con la vida de otra mujer en 2016 y por la que cumplía una condena de 11 años.

Precisamente por eso, el acuerdo firmado el pasado viernes por la Consejería de Justicia y cuatro sindicatos de prisiones -UGT, mayoritario en el sector, CCOO, Intersindical e IAC-CATAC- incluye que los objetos punzantes utilizados en talleres y cocinas tendrán que estar anclados a las mesas de trabajo para evitar que otro hecho así pueda volver a ocurrir. 

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