El Hospital de Mataró cerrará su edificio histórico por problemas de estructura y colisión con las licencias municipales existentes. El Consorci Sanitari del Maresme (CSdM), grupo sanitario paraguas, evacuará el recinto antiguo de Sant Jaume, su sociosanitario, forzado por el estado de la instalación y la imposibilidad de renovar los permisos municipales. En estos momentos hay 75 pacientes ingresados.
La noticia se ha comunicado hoy a la plantilla. La dirección del CSdM ha anunciado que comenzará a vaciar la primera sede del Hospital "a final de año" ante los problemas de estructura --que no son nuevos-- y las dificultades para reeditar las licencias emitidas por el Ayuntamiento de Mataró.
¿Y los pacientes?
La clausura tendrá una consecuencia inmediata: los cerca de 75 hospitalizados tendrán que recolocarse en otros equipamientos.
Por lo pronto, la gerencia del CSdM ha dado tres opciones: que los enfermos vayan al nuevo edificio del Hospital --donde no caben en estos momentos--, que se trasladen al Hospital de l'Esperanza, uno de los satélites del Hospital del Mar o recolocarlos a dispositivos privados de forma tempora, pagando las plazas.
Problema de largo recorrido
La decisión de cerrar el edificio histórico del Hospital de Mataró llega tras años de "inacción" de las anteriores direcciones del centro sanitario no "tomaran medidas decisivas" para reforzar y mejorar la estructura de la instalación. Se apunta, especialmente, a Ramon Cunillera, exgerente durante ocho años, y ahora titular de Calella y Blanes.
En efecto, la configuración arquitectónica llevaba años comprometida, algo que el CSdM niega, aseguran que es estable, por las fitraciones de agua derivadas desde un párking adyacente. Y, también, por las dificultades a la hora de trazar los planes de evacuación en caso de incendio.
Oposición en 2015: se paró
Ahora, los problemas han llegado a su culmen, y no se podrá continuar la actividad. Se tendrán que hacer obras, evacuando antes a los pacientes.
Pero ello no será ni rápido ni fácil. Sobre todo lo segundo, habida cuenta de que el Consorci ya intentó hacer lo propio en 2015, y la oposición ciudadana y política lo impidió. En aquel momento, el aún alcalde de Mataró, David Bote (PSC), lideró una movilización que frenó la clausura.
¿Se reabrirá?
Si el equipo del gerente Rafael Lledó consigue llevar a cabo los planes, no habrá desbrozado todas las dificultades. Porque se da por hecho de que el edificio histórico "jamás reabrirá como hospital de agudos".
Desde el sector sanitario se da por hecho de que Mataró quedará "descapitalizado" a nivel sanitario, pues se perderá uno de los dos dispositivos de esta complejidad. Ello entronca con una amenaza contra la que brega históricamente este centro sanitario, y que es el traslado de parte de la actividad al Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), popularmente conocido como Can Ruti.