El próximo jueves, 25 de abril, arranca en la Audiencia Provincial de Barcelona el juicio contra el acusado de retener, vejar y robar las pertenencias a un agente de los Mossos d’Esquadra con quien contactó a través de la red social Grindr.
Según el escrito de la fiscalía, al que ha tenido acceso Crónica Global, la noche de Reyes de 2020 el acusado contactó a través de esta popular app de citas con la víctima y a los pocos minutos se presentó en su casa. Instantes más tarde, cuando ambos se encontraban relajados, sonó el timbre de la casa y el ahora procesado se ofreció a abrir la puerta, permitiendo la entrada de otros tres individuos: uno de ellos nunca fue identificado, otro era menor de edad y el último ha muerto en el transcurso de la investigación.
Hallaron su uniforme en un armario
Una vez dentro, “actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un beneficio patrimonial” los cuatro ladrones inmovilizaron a la víctima en el sofá y revolvieron la casa buscando objetos de valor. “No estás colaborando, dime dónde está la caja fuerte”, le espetó uno de los involucrados a la víctima, a la que propinó varios puñetazos en la cara para que desbloqueara su teléfono móvil y realizara una serie de transferencias bancarias. Bajo amenaza de “hacerle daño”, lograron que les traspasara un total de 33.560 euros.
Mientras registraban la vivienda uno de ellos abrió un armario y halló un uniforme de los Mossos d’Esquadra. A partir de ese momento, describe la fiscalía, los ladrones se ensañaron con el agente tanto por su profesión como por su orientación sexual, profiriendo todo tipo de expresiones vejatorias y que atentaban contra su dignidad. “Eres policía y encima maricón, ¿cómo lo llevan tus compañeros?”, le gritaban.
"Te voy a rajar el cuello"
La violencia fue en aumento hasta el punto de que ataron a la víctima a una silla y le pasaron un cuchillo de cocina repetidamente por el cuello, el pecho y la cara mientras le pedían más dinero bajo amenaza de acabar con su vida. “Te voy a rajar el cuello si no me das la pasta, te vamos a secuestrar en nuestra furgoneta hasta que no nos des el dinero”.
Tras más de cuatro agónicas horas, los sujetos abandonaron el domicilio del agente, llevándose consigo un reloj, varias prendas de ropa, su cartera y su móvil. Además, también sustrajeron su uniforme policial y el chaleco antibalas.
Se enfrenta a siete años
Por estos hechos, por los que el acusado estuvo en prisión preventiva tres meses, desde el 16 de enero de 2020 hasta el 20 de abril del mismo año, la fiscalía pide una pena de siete años de cárcel por los delitos de detención ilegal y de robo con violencia e intimidación con uso de arma en casa habitada.
Además, pide que se le imponga una prohibición de acercarse a menos de mil metros de la víctima, así como comunicarse con ella por cualquier vía durante los dos años siguientes a su salida en libertad.
La acusación pública solicita que el único adulto procesado por estos hechos indemnice al mosso con 36.107 euros por los efectos y dinero sustraídos, además de abonar 400 euros por los desperfectos causados en la vivienda y 36 euros más por los gastos de renovación de los documentos personales que le robaron al agente.
Además, tendrá que indemnizarlo con 3.000 euros más por las secuelas y daños morales causados al policía.