El próximo jueves, 25 de abril, un peluquero se sentará en el banquillo de la Sección 5 de la Audiencia Provincial de Barcelona acusado de abusar sexualmente de una clienta.
Según el relato de la fiscalía, al que ha tenido acceso Crónica Global, la tarde del 10 de enero de 2020 la víctima acudió a este establecimiento para cortarse el pelo, un centro de belleza que ya conocía porque había ido anteriormente en compañía de una conocida.
Le ofreció un masaje
El Ministerio Fiscal sostiene que el peluquero ahora procesado se ofreció a realizarle un masaje mientras la mascarilla que le había puesto en el pelo surtía su efecto. “Con el objetivo de satisfacer sus deseos sexuales”, invitó a la clienta a subir a la parte de arriba del establecimiento donde había una camilla, aunque la licencia de este local era sólo de servicios de peluquería.
Además, el estilista se ofreció a guardarle el móvil “para que no le molestara” durante el masaje y cerró con llave la puerta de la calle, prevaliéndose, según la fiscalía, “de la buena fe y de la confianza” que la víctima depositó en él.
Tocamientos en el pecho y los genitales
El acusado aprovechó que la víctima se durmió durante el masaje para tocarle la zona genital y los pechos, según el escrito, tocamientos que provocaron que la mujer se despertase alertada.
La mujer se quedó en estado de shock y no pudo reaccionar debido a la superioridad física del acusado y consciente de que la puerta estaba cerrada, la calle en la que estaba ubicada la peluquería estaba poco transitada y que no tenía su teléfono móvil a mano para pedir ayuda.
Sin embargo, al día siguiente acudió a una comisaría y decidió denunciar estos hechos. Desde entonces, sostiene la fiscalía, sufre ansiedad, alteración del sueño, recuerdos angustiosos recurrentes y sentimiento de vergüenza y está diagnosticada de un trastorno de estrés postraumático y depresivo-ansioso.
Se enfrenta a siete años de cárcel
Por estos hechos, la fiscalía pide para el peluquero una pena de siete años de cárcel por un delito de abuso sexual, así como la inhabilitación especial para ejercer su profesión en la industria estética durante seis años.
Asimismo, pide que se le imponga una orden de alejamiento de 1.000 metros durante los cinco años siguientes a su salida de prisión con respecto a la víctima y siete años de libertad vigilada. En calidad de responsable civil, solicita a MGS Seguros que, junto con el acusado, indemnice a la clienta con 9.000 euros.