Marc Martorell Quesada es de Sabadell, pero no sabe qué responder a una cuestión tan trivial como la que le plantea este medio: "¿Dónde encajo más, aquí o allí? Buena pregunta. Aún no lo sé".
Este catalán de 31 años se describe como "un viajero de destinos a los que nadie viaja" y ha vuelto a casa tras su enésimo intento por alejarse de la rutina, a la que declaró la guerra hace ocho años. Su último reto ha sido también el mayor: 40 días cruzando el oeste de África, de Gambia a Marruecos, en transporte público y con la toma del tren del hierro de Mauritania como plato fuerte, tratándose de una experiencia desaconsejada por autoridades y agencias de turismo.
Unas 230.000 personas le siguen la pista a través de @ruteandoconmarco, su cuenta en TikTok e Instagram, donde explica "lo bueno y lo malo" de cada rincón que se aventura a explorar a golpe de mochila. ¿Su objetivo final? Ganarse la vida organizando viajes en grupo.
- Normalmente viajas solo, pero esta vez, has tenido una acompañante de lujo en África: tu madre.
- Nunca antes había viajado de esta manera. Improvisando, por África y de la manera más local posible. Incluso ha probado el couchsurfing [plataforma que conecta a viajeros con nativos que ofrecen hospedaje]. Dice que quiere volver a África.
- ¿Ella tiene parte de culpa de que dediques tu vida a explorar?
- Tuve la suerte de que mis padres ya me llevaron de vacaciones a diferentes lugares, como Túnez u Orlando. Pero viajar como yo lo entiendo empieza justamente con el voluntariado en Serbia en 2016. Las ganas siempre han existido, sobretodo desde cuando vi a Jesús Calleja en televisión por primera vez y el programa Pekín Express.
- ¿Cuántos países has conocido? ¿Con cuáles te quedas?
- Pues voy a ser sincero: no cuento países. No me gusta. Hay una moda ahora de querer completar el mapa del mundo, pero para mí, nunca ha sido un objetivo. Los que vengan, vendrán.
- Quédate con tres.
- Excluyendo España, te diría que mi top3 son Vietnam, Portugal y Albania.
- ¿Qué te han enseñado las gentes de África?
- Me parece de mucho valor el Ramadán de los musulmanes. 30 días sin comer ni beber (entre otras cosas) mientras hay luz. Independientemente de la razón por la que lo hagan, se debe tener mucha fuerza de voluntad. Pasa similar con los monjes budistas. No tienen ninguna distracción, solo se centran en el camino para llegar a Buda.
- ¿Un autoaprendizaje respecto a tu vida anterior?
- Que el mundo no es tan peligroso como lo venden. Incluso en la frontera con más mala fama de África encuentras gente dispuesta a ayudarte sin querer nada a cambio.
- ¿Nunca has pensado "dónde me estoy metiendo" o "no debería estar aquí"?
- Hasta donde yo he podido viajar, no considero que el mundo sea inseguro. Obvio que hay zonas que tienes que evitar, pero si sigues un poco el sentido común, no te pasará nada grave. El lugar donde he sentido algo de yuyu fue cuando me puse a explorar ya de noche los callejones de la Medina de Fez. También me habían alarmado mucho con que tuviera cuidado allí, y eso supongo que me condicionó.
- ¿Qué se necesita para lanzarse a explorar el mundo?
- Ganas, flexibilidad y algo de dinero inicial. Eso de que viajar es barato, bueno... si tienes flexibilidad y vas a países subdesarrollados, pero si vas del 1 al 15 de agosto, no.
- Qué no puede faltar en tu mochila de viajero? Algo práctico y algo emocional
- Práctico, la powerbank o batería externa para el móvil [jajaja]. Desde que la compré, me ha salvado varias veces. Y sentimental... un diario para ir escribiendo cuando me apetece.
- ¿Qué errores cometías como novato?
- Sigo cometiendo algunos, como comprar tickets de avión o bus mientras viajo y a última hora cambiar de planes y perder el dinero.
- Te deben pasar mil anécdotas...
- En Albania, mi novia se dejó en un bus una medicación muy importante que se debe poner. Llevábamos 10 minutos ya fuera del bus y yo estaba negociando precios con un taxista cuando ella se dio cuenta de que le faltaba la medicación. Al verla así, el taxista (con el que aún no habíamos acordado nada) dijo: "no te preocupes"; nos montó en el coche y empezamos una persecución para alcanzar el bus. Lo conseguimos. Y obviamente, le pagamos el doble.
- ¿Qué es lo más raro que has comido?
- Chapulines, insectos varios, leche de camella... Nos la dio a probar una mujer nómada en Mauritania y sabe como un yogurt muy, muy aguado y un poco dulce.
- ¿Y el lugar más extraño en el que has dormido?
- Ahora puedo decir que sobre un vagon de tren que transporta hierro. Está considerado el tren más peligroso del mundo y recorre 700 kilómetros por Mauritania, con cerca de un centenar de vagones llenos de mineral de hierro.
- ¿Con inglés y español se llega a todos lados?
- Con inglés, en la mayoría de países sí, aunque ahora por Senegal y Mauritania tuve que exponerme al francés. No sabía nada de francés y terminé el viaje haciendo algunas llamadas básicas para reservar campamentos o buses en francés (seguramente medio inventado, claro, jajaja). Siempre llevo Google Traductor por si acaso.
- ¿Cómo es tu relación con las redes sociales?
- Si te soy sincero, no me gustan las redes sociales. Demasiadas voces y casi todas diciendo lo mismo. Me saturan. Pero a la vez, es la única manera que tengo para darme a conocer como viajero y alcanzar mi objetivo: organizar viajes en grupos reducidos por lugares poco comunes.
- ¿Por qué gusta tu contenido?
- Pues el otro día hice una pregunta similar en mis stories y muchos seguidores coincidieron en mi manera de hacer series de los países y por dar una honesta opinión de los mismos, con lo bueno y lo malo.
- ¿Cómo te costeas un reto como este?
- Llevo más de un año colaborando con Skyscanner, que literalmente está siendo ahora mismo el que me está permitiendo hacer lo que hago. Aunque el contrato termina ya. También vendo mis propios viajes a través de la agencia Drimer a cambio de una comisión por venta. Aunque de momento es poquito. Tendré que buscar alternativas.
- ¿Alternativas como los viajes en grupo con influencers que se ven ahora en redes?
- Tengo claro que no quiero venderme a cualquier marca. Trabajar para hacer una colaboración de un vídeo y adiós, o trabajar para agencias de turismo, que te pagan el famtrip y te vas con más influencers a un viaje para promocionar ese destino, sinceramente no es para mí. Prefiero escoger yo el destino y descubrirlo yo a mi ritmo. Y si me gusta y encaja con mi idea de viaje, organizar un viaje en grupo allí. Ojalá algún día pueda vivir de esto último.
- ¿Próximo reto?
- A principios de mayo vuelvo a Asia porque quiero conocer Myanmar. Y estoy mirando a ver qué puede salir en abril.
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