Las ansiadas precipitaciones han hecho acto de presencia con toda su fuerza a lo largo del mes de marzo en varios puntos del Pirineo, donde se han alcanzado registros que no se daban durante un mes de marzo en lo que va del presente siglo. Esta racha pone fin a dos años de sequía que ha situado a los cultivos de la zona en una situación más que complicada.
Concretamente, en la cuenca del Noguera Pallaresa las estaciones de la red del sistema de información hidrológica han dado cuenta durante los últimos días de precipitaciones que han sumado entre 130 y 145 litros por metro cuadrado en algunas zonas.
Efecto de Nelson
Además, en Arcalís, cabecera del río Segre, los sistemas de medición marcan un acumulado mensual de 165 litros, una cifra que no se había registrado en lo que va de siglo, al menos durante un mes de marzo.
En las zonas costeras, los efectos de la borrasca Nelson, que ha tocado el litoral catalán durante la Semana Santa, se han dejado sentir en forma de temporal que ha arrasado algunos paseos marítimos y generado incluso daños en algunos puntos de la Costa Brava.
Daños materiales
Una de las consecuencias más frecuentes ha sido la de la desaparición de algunas playas, que han sido literalmente engullidas por el oleaje marino.
Es lo que ha sucedido sin ir más lejos con la playa de Sant Sebastià, en Barcelona, y también con playas de localidades próximas como Sitges y Gavà.
Entre los más afectados se encuentra el municipio de Sant Antoni de Calonge, en la provincia de Girona, cuyo paseo marítimo presenta serios desperfectos por la acción del agua y el viento. En algunos puntos costeros, las olas han llegado a alcanzar los cinco metros de altura.