Una de las consecuencias más habituales en los tratamientos de quimioterapia para el cáncer es la pérdida de cabello. Supone esto un daño que va más allá de lo estético, puesto que habitualmente también ocasiona un daño psicológico en el paciente. Por ese motivo, QuirónSalud incorporó en el Instituto Oncológico Dr. Rosell (IOR) del Hospital Universitari Dexeus y del Hospital Universitari General de Catalunya una tecnología basada en el enfriamiento del cuero cabelludo para prevenir esta caída, la cual ahora ha renovado para ofrecer la opción más avanzada a sus pacientes.
El nuevo sistema de enfriamiento del cuero cabelludo de Paxman funciona bajo el principio de que la hipotermia supone una disminución del flujo sanguíneo a la zona de la cabeza. De esta forma, las células capilares sufren una menor exposición a los fármacos de la quimioterapia y, por lo tanto, los pacientes presentan menos efectos adversos, informa QuirónSalud en un comunicado.
Mayor posibilidad de mantener hasta la mitad del pelo
Para la aplicación del tratamiento, el paciente se coloca un gorro de silicona equipado con sensores que controlan la temperatura y conectado a una unidad de enfriamiento con un líquido refrigerante que circula de forma homogénea y constante a - 4°C. Mediante este enfriamiento antes, durante y después de la administración de los fármacos empleados en algunas quimioterapias se consiguen dos efectos que previenen la caída del cabello.
Por un lado, la reducción del metabolismo celular hace que las células del folículo piloso entren en fase de hibernación, de forma que prácticamente no necesitan alimento u oxígeno, reduciendo así la impregnación de químicos farmacológicos que circulan por la sangre. En segundo lugar, el enfriamiento produce una constricción de los pequeños vasos arteriales, reduciendo significativamente el flujo de sangre que llega a la raíz del pelo y, consecuentemente, se minimiza la llegada de sustancias tóxicas a las células encargadas del crecimiento capilar.
El grupo hospitalario ha informado de que, gracias a este sistema, se ha aumentado en un 50% las posibilidades de mantener al menos la mitad de la cantidad cabello del paciente. Así mismo, han detallado que hay muchos factores que influyen en el éxito del enfriamiento del cuero cabelludo, siendo el tipo de fármaco empleado el más relevante. Con los taxanos, se han alcanzado hasta un 80% de posibilidades de mantener hasta la mitad del pelo; sin embargo, las antraciclinas reducen las posibilidades hasta entre un 35 y un 40%.
Tratamiento indoloro
El tratamiento es totalmente indoloro y ya está disponible en el IOR Dexeus y General de Catalunya. Para ello, los diferentes equipos de enfermería han sido específicamente formados y capacitados para la correcta colocación del dispositivo que consiste en poner al paciente un gorro de silicona 30 minutos antes de iniciar la quimioterapia y que se fija mediante una cubierta aislante de neopreno. El sistema es cómodo para el paciente ya que permite en todo momento su movilidad.
Sobre los efectos psicológicos de la pérdida de pelo para los pacientes, desde QuirónSalud aseguran haber observado que afrontar la enfermedad con el estímulo de que podrán mantener su propia imagen, minimizando daño estético, supone un indudable refuerzo de la autoestima y un impulso muy positivo para superar el tratamiento oncológico y recuperarse de la enfermedad.