La cuajada, el derivado lácteo originario de Navarra y típico de la gastronomía del norte de España, es el último producto damnificado por los ultras de la lengua catalana. O, para ser más precisos, quien está en la diana de una parte del nacionalismo es una empresa catalana que comercializa este y otros alimentos.
Se trata de Peralada Mas Marcè, compañía del Alt Empordà gestionada por la sexta generación de una familia de pastores que, en 2006, se introdujo en el mundo de los lácteos por primera vez; hasta entonces, solo aprovechaban la carne de sus animales. Pues bien, como tantas otras, ha quedado marcada por los radicales del catalán.
Numerosas reacciones
Hace unos días, un tuitero advirtió que Peralada había "dejado de etiquetar en catalán" y ahora llamaba "cuajada" al "recuit" que hace años que comercializan. "Etiquetas en catalán y respetad los productos de la tierra y el país", prosiguió en X junto a la fotografía de una cuajada de esa marca con la etiqueta en español. "Ya sabemos lo que no debemos comprar", añadió ante la sugerencia de boicot de otra tuitera.
En efecto, su mensaje corrió como la pólvora y acumuló más de un millar de likes, así como decenas de comentarios y decenas de retuits. "Es para vender a los españoles; pues que la compren los españoles, porque los catalanes no sabemos qué pone ahí", manifestó uno de ellos. Sin embargo, otros se mostraron comprensivos con la intención de la compañía de expandirse.
Todo en catalán
Se da la circunstancia que Peralada Mas Marcè tiene su página web tanto en catalán como en castellano, y allí sí aparecen los productos etiquetados en lengua catalana.
La compañía, además, comparte sus contenidos en las redes sociales exclusivamente en catalán, pero ni siquiera eso la ha librado del señalamiento en X.