La Audiencia de Barcelona ha condenado a 10 meses de prisión a los paparazzi Gustavo González y Diego Arrabal como autores de un delito de revelación de secretos por fotografiar a la periodista Mariló Montero en una zona privada de un hotel sin su conocimiento. La sentencia también les impone una multa de seis euros diarios durante ocho meses.
En algunas de estas imágenes, la presentadora, que estaba en compañía de una amiga, aparecía con el torso desnudo. Por eso, aunque González y Arrabal ya fueron condenados por la vía civil a indemnizarla con 340.000 euros (aunque la justicia paralizó la condena), la periodista llevó el caso por la vía penal.
La presentadora de televisión Mariló Montero (d) a su llegada a la Audiencia de Barcelona donde este martes se juzga a los paparazzi Diego Arrabal y Gustavo González por fotografiarla en topless en la terraza de un hotel de Bora Bora
MARTA PÉREZ - EFE
La presentadora de televisión, Mariló Montero, sentó en el banquillo de los acusados a los paparazzi por intentar vender estas imágenes, en las que aparecía sin parte de arriba del bañador en la terraza de su habitación durante las vacaciones de Semana Santa de 2015 en Bora Bora.
Alquilaron un bungaló
Aunque ellos siempre negaron haber tomado estas imágenes, la Audiencia de Barcelona considera probado que los ahora condenados "obtuvieron imágenes de la terraza".
Por el ángulo de visión y la nitidez de las fotografías, éstas tuvieron que obtenerse, argumenta la sentencia, "mediante un potente teleobjetivo bien desde una embarcación, bien desde uno de los bungalós que el mismo complejo hotelero tiene directamente semisumergidos en el mar". Precisamente, uno de ellos fue reservado por la sociedad DIEGUS, SL, propiedad de los paparazzi, un día antes de la llegada de Montero.
Las ofrecieron a 'Lecturas'
Aunque no ha quedado acreditado la forma en la que los acusados obtuvieron las imágenes, la mencionada empresa, por encargo de los condenados, "se ofreció a la compra de tales fotografías, en un número aproximado de 80, para su posterior publicación". Entre ellas se encontraban aquellas en las que aparecía desnuda la presentadora. Así, las ofrecieron a la revista Lecturas, que se negó a publicarlas.
Sin embargo, el precepto no exige, expresa el tribunal, la efectiva publicación, "sino que basta con la difusión, revelación o cesión a terceros, conducta que se produjo en el mismo momento en el que se enviaron las fotografías en formato digital a la revista". Por todo ello los condena como autores de un delito de revelación de secretos.