La Guardia Urbana de Barcelona ha detectado torniquetes chinos que se rompen al aplicarlos. El cuerpo municipal de seguridad ha devuelto una treintena de dispositivos a FIES, el importador barcelonés que los ha traído a España. Se reemplazarán tras varias quejas de agentes de a pie.
Han alertado de ello fuentes internas del cuerpo, precisando que la advertencia la hicieron policías de seguridad ciudadana, que alertaron a la Jefatura del reparto de kits de bloqueo del sangrado muy defectuosos y que, de hecho, se rompían al aplicarlos. Tras ello, la Urbana los ha devuelto al proveedor y se reemplazarán.
Ayuntamiento: "Se sustituirán"
Una portavoz del cuerpo ha confirmado que "han obtenido un compromiso de la empresa --que es Fies-Montgat-- para la sustitución de todos los torniquetes defectuosos".
Eso sí, desde el ayuntamiento recuerdan que "no tiene contrato con esta empresa", y que sí lo tiene con el "adjudicatario de los nuevos vehículos" quien, a su vez, lo tiene con el transformador. Es esta última firma quien contrató los botiquines de los nuevos coches patrulla a Fies.
Empresa: "Compromiso de cambiarlos"
Por su parte, un portavoz de la firma de Montgat ha confirmado que "hubo una partida de 30 torniquetes de unos 184" que "no cumplían los estándares de calidad", pese a que "contaban con las certificaciones CE para ser vendidos en la Unión Europea".
Se trata de dispositivos de una marca china que, cuando se detectaron, "se sustituyeron rápidamente".
Malestar entre los agentes
La crisis, de momento, se ha cerrado después de que germinara el malestar entre los agentes. Algunos de ellos conminaron incluso a la Jefatura a querellarse contra Fies por estafa.
Los efectivos policiales señalan una causa: el cambio de proveedor. Antes, los botiquines los proporcionaba la empresa asturiana Adaro, y ahora, la catalana Fies.
Salvaron la vida a un joven en 2019
En cualquier caso, cabe recordar que los torniquetes son fundamentales para la labor de la Guardia Urbana. En 2019 salvaron la vida de un joven que se estrelló contra la cristalera de un bar y se seccionó parte del brazo, como explicó Metrópoli.
Hace unas semanas, el mismo cuerpo de seguridad socorrió a otro joven que presentaba heridas profundas por arma blanca tras una pelea en el centro de Barcelona. Le aplicaron el llamado vendaje israelí, consistente en un vendaje compresivo de presión constante que, también, ataja el sangrado.