El cirujano del engaño de Netflix, Paolo Macchiarini, sigue colegiado en Cataluña. El facultativo se aferra a su número de registro en el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) pese a una condena por agresión imprudente en Suecia por tres muertes de pacientes, parte de los 17 fallecimientos imprudentes de enfermos que rodean su trayectoria profesional.
Lo denuncian fuentes del sector médico, que alertan de que Macchiarini continúa colegiado en el COMB con número 39325, aunque con la categoría de no ejerciente. Ello preocupa a otros médicos colegiados en la institución, que alertan del posible daño reputacional que puede causar el caso.
Condena por tres muertes en Suecia
En efecto, Macchiarini continúa colegiado en Cataluña pese a que en junio de 2021 recibió la condena de un tribunal de apelaciones sueco por imprudencia con resultado de muerte.
La colegiación de Paolo Macchiarini en Barcelona
El tribunal le condenó por agresión grave tras implantar tres tráqueas artificiales a otros tantos enfermos. Los pacientes terminaron falleciendo.
17 fallecimientos sospechosos
Asimismo, la web For Better Science ha aflorado que de cerca de 20 trasplantes de tráquea que hizo el cirujano torácico, solo tres han sobrevivido.
Las sustituciones se hicieron con un órgano de plástico o uno regenerado con células madre.
Invención
De hecho, esas intervenciones quirúrgicas destacaron por su escaso testaje previo. Pasó en el Hospital Clínic Barcelona, donde Macchiarini fue jefe de Cirugía Torácica entre 2005 y 2009. En aquel periodo, el cirujano llevó a cabo el primer trasplante innovador en 2008.
Pero la ciudad sanitaria detectó el uso de ensayos controvertidos, y se desvinculó de él en 2016.
El Karolinska le abre expediente
Dos años después, el galeno fue contratado por el Hospital Universitario Karolinska, donde estuvo trabajando hasta 2016. En el ínterin, en 2011, el complejo médico le abrió expediente por, presuntamente, falsificar un artículo científico y adecentar su currículum.
El facultativo, en una imagen pública
Finalmente, en 2016, un reportaje televisivo afloró sus prácticas médicas. El escándalo terminó con el despido del facultativo, y el cese de directivos del Karolinska.
Sentencia
Al año siguiente, Fiscalía inició una investigación. Las diligencias terminaron con una primera condena por imprudencia profesional y lesiones.
Es en segunda instancia que el cirujano ha terminado condenado por agresión.