La consellera de Educación, Anna Simó, pasa la patata caliente de restringir el uso del móvil en los institutos catalanes a la comunidad educativa. Así lo ha confirmado este domingo, después de que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, avanzara que, además de prohibir el uso de los móviles en primaria, ahora su uso se restringirá también en secundaria.
De hecho, Aragonès fue un paso más allá y anunció, en una entrevista en La Vanguardia, que, a partir del próximo curso, el alumnado de los institutos sólo podrá utilizar el móvil cuando lo exija la “actividad docente”, pero que no deben estar presentes ni en las aulas ni tampoco en los patios para “favorecer espacios de interacción" entre los adolescentes.
“No habrá restricción vertical”
Simó ha evitado hablar de "prohibición" en secundaria, pero ha confirmado que habrá “restricciones” por parte de la Consejería de Educación, que a finales de mes espera tener listo un informe con las indicaciones que se darán a los centros en lo que concierne al uso de las pantallas.
Aun así, quien tendrá la última palabra sobre este asunto será la comunidad educativa (consejo escolar, claustro, alumnado y familias), que tendrá que debatirlo, aunque dentro de los marcos de la ley educativa. “No tiene sentido una restricción vertical si no hay un debate previo. Es lo que tiene más valor”, ha respondido la consellera al ser repreguntada varias veces sobre este asunto en Via Lliure, de Rac 1, ante la contradicción de que sean los institutos quienes lo decidan, pero siguiendo las restricciones que pautará la consejería que ella encabeza.
"Faltan recursos y coordinación"
Simó también ha intentado evitar entrar en la polémica sobre la delegación integral de las competencias de inmigración pactada entre Junts y el Gobierno de Sánchez. “He tenido mucho trabajo esta semana”, ha respondido al ser preguntada sobre este asunto, si bien posteriormente ha añadido que “faltan recursos y coordinación” para que Cataluña pueda acoger al alumnado inmigrante. Unas deficiencias que, insiste, ya ha puesto en conocimiento de la ministra de Educación, Pilar Alegría.
La consellera ha resaltado que, desde hace cinco años, cuando se aprobó el Pacto contra la segregación en los centros escolares (una medida impulsada por Rafael Ribó y el exconseller de Educación Josep Bargalló) se ha avanzado hacia la disgregación en municipios muy tensionados por la inmigración, como Salt (Girona) o Manresa (Barcelona). Aunque se han reducido los desequilibrios entre centros “que restaban derechos a los infantes”, y los resultados son “buenos”, Simó ha reconocido que todavía son “insuficientes”.