Una ambulancia del servicio urgente de Gernika, de la cooperativa La Pau, ha sufrido un sabotaje este sábado cuando se dirigía a atender a una mujer de 71 años que se encontraba en parada cardiorrespiratoria en Bermeo y que, finalmente, ha fallecido.
La cooperativa subraya que precisamente acudió a este servicio el vehículo de la base de Gernika y no de Bermeo, puesto que este segundo había sido atacado previamente, por lo que no pudo realizar la asistencia urgente.
Lunas rotas y ruedas pinchadas
La Pau denuncia que el de este sábado, que ha ocurrido mientras un médico realizaba las maniobras de reanimación a la paciente, es el segundo de tal nivel de gravedad. En concreto, este sábado han pinchado las ruedas de la ambulancia del servicio urgente y le han roto las lunas.
El pasado martes otro vehículo de idénticas características sufrió la misma suerte cuando los sanitarios se encontraban atendiendo a un paciente también en parada cardiorrespiratoria, con el peligro que supuso para su vida.
Oleada de ataques
“Esta madrugada han pinchado las ruedas y roto las ventanillas de siete ambulancias del servicio urgente y en la madrugada de ayer inutilizaron otras nueve más, también del servicio urgente, intentando dejar a buena parte del territorio de Bizkaia sin asistencia”, denuncia este sábado La Pau en un comunicado. La cooperativa resalta la “gravedad” que esto supone para la salud y para la vida de todas aquellas personas que requieran de este servicio.
“Esta misma mañana han pinchado las cuatro ruedas de las dos ambulancias urgentes de la base de Getxo”, continúa enumerando la cooperativa, que recuerda que el 19 de diciembre el incendio de una ambulancia retrasó media hora la atención de un paciente que había sufrido un ictus.
Más de 200 ambulancias siniestradas
Los continuos sabotajes (21 vehículos fueron atacados en diciembre y 32 durante tres días en noviembre) se enmarcan en una huelga por los desencuentros entre los trabajadores y las empresas adjudicatarias del contrato de transporte sanitario urgente licitado por el Gobierno del País Vasco.
Desde el inicio de esta nueva huelga el pasado lunes ya han sido saboteadas 22 ambulancias, 18 de ellas del servicio urgente. También ha quedado inutilizado el tanque de repostaje de una de las bases.
En total, desde que comenzó el desencuentro entre las empresas adjudicatarias y la plantilla, en septiembre de 2023, ya se contabilizan 229 ambulancias siniestradas, “poniendo en peligro a pacientes y provocando problemas para asistir a diálisis, quimioterapia, radioterapia y diagnosis”. También señalan que algunos trabajadores han sufrido ataques contra sus vehículos particulares y amenazas.
Piden a los sindicatos que dialoguen
Los ataques se han producido después de acordar con los sindicatos los servicios mínimos para el transporte sanitario no urgente. En el urgente, subraya La Pau, como su propio nombre indica, el servicio mínimo es del 100%.
Con este escenario, “pide a los sindicatos, una vez más, que condenen las acciones vandálicas”, que ponen en riesgo la vida de los pacientes, así como de la plantilla, y pide a los representantes que se sienten a “dialogar de manera constructiva”. Aun así, añade, ya han puesto estos hechos en conocimiento de la Ertzaintza.
UGT vasca defiende a los trabajadores en huelga
La sección vasca de UGT ha contestado a la compañía de transporte sanitario y defienden la actuación de los trabajadores en huelga. Señalan que no hay ninguna relación ninguna entre el fallecimiento de la víctima y la rotura de la luna del vehículo y afirman que apuntar a que existe alguna relación con los hechos es "tendencioso" y que supone una "falta de respecto hacia las personas trabajadoras".
Apelan a la investigación de la policía autonómica para esclarecer los hechos.