El Servei Català de Trànsit ha salvado el puente de la Purísima. En un comunicado no exento de triunfalismo, el organismo público dirigido por Ramon Lamiel ha reconocido que la relativa tranquilidad en las carreteras se ha debido a la actitud de los propios conductores y al refuerzo comunicativo realizado entre el 6 y el 10 de diciembre.
El hecho de que parte de los automovilistas hayan adelantado su vuelta ha aliviado la circulación, según Trànsit. Este retorno se inició ayer por la tarde y ha seguido durante la mañana de este domingo en las vías del norte e interiores: C-14, C-16 y C-17.
Mejor que en 2017
De hecho, los problemas más persistentes se han registrado en la C-14 entre Adrall y Organyà y en la C-16 entre Guardiola de Berguedà y Cercs. El mayor pico de retención se ha producido en el conjunto de la red viaria hacia las seis de la tarde, con 68 kilómetros de colas.
Aunque Trànsit ha detallado que se trata de un 13% menos que en 2017. El servicio público toma este año como referencia porque fue el más cercano con cinco jornadas festivas consecutivas.
AP-7, vía maldita
Los primeros datos sobre la jornada apuntan a que buena parte de los conductores han hecho uso de carreteras secundarias para evitar la AP-7, una ratonera en las fechas de intensa movilidad viaria. Al contrario que en otras ocasiones, la principal autopista que cruza de punta a punta la comunidad ha registrado una circulación aceptable.
Aunque se han dado retenciones de hasta diez kilómetros en algunos puntos, gracias al importante despliegue de Mossos se han podido gestionar con más diligencia que en otros momentos.
La autovía A-2 también ha soportado circulación lenta entre Esparreguera y El Bruc, en Barcelona, debido a los vehículos procedentes de la C-14.
Una muerte en cinco días
Afortunadamente, tan solo un accidente ocurrido en la AP-7 a media tarde en Castellví de la Marca (Alt Penedès) ha complicado el tráfico en la autopista. Por si acaso, Trànsit había instalado un carril adicional en sentido Barcelona en previsión de un comportamiento intenso de la vía.
Si bien en estos días hay que lamentar la muerte de un hombre de 35 años que falleció el pasado jueves en un siniestro ocurrido en la C-58 a la altura de Ripollet.
Jornada "complicada"
Esta mañana, Lamiel se tentaba la ropa al augurar una jornada "complicada" en la red viaria de Cataluña.
Trànsit ha estado en el ojo del huracán desde el levantamiento de las restricciones sanitarias, que intensificaron de nuevo la movilidad y llegaron después del fin de los peajes en la AP-7, por su incapacidad de descongestionar el tráfico interurbano.