Se llama Víctor M. Y. F., pero se le conoce popularmente como "el falso médico". El apodo lo dice todo: es un impostor, pero supo medrar entre las grietas de la Administración para poder pasar consulta a unos 1.000 pacientes en distintos centros del Alt Empordà, en Girona, entre 2014 y 2016. Ahora, el Juzgado Penal 2 de Figueres lo ha condenado a un año y siete meses de cárcel por un delito de intrusismo profesional agravado.
Víctor M. inició en 2007 unos supuestos estudios de medicina en la Universidad de Granada que, según él, completó en el primer ciclo y en gran parte del segundo, pero el centro estudiantil ha negado la autenticidad, hasta el punto de asegurar que "nunca se matriculó". La documentación "fue falseada" en un "complejo entramado". El título, pues, era falso.
De Granada... a Elche, Valencia y Girona
Sea como fuere, con ese título ficticio pidió traslado de expediente y matricularse de cuatro asignaturas en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, donde le convalidaron el 80% de los créditos y "logró un blanqueo de asignaturas sólo con la matrícula en la Licenciatura de Medicina", destaca la sentencia, que subraya que el procesado nunca realizó examen alguno en la UMH.
Por el mismo procedimiento, en noviembre de 2008 esa universidad trasladó su expediente académico a la de Valencia con la certificación académica oficial del primer ciclo y parte del segundo ya blanqueada. Entre los cursos 2007-08 y 2013-14 construyó el resto de expediente y, el 7 de julio de 2014, se le expidió el título médico.
Médico de familia
Con este documento falsificado en su poder se colegió en Girona y, entre agosto del 2014 y mayo del 2016, cuando fue detenido, ejerció de médico de familia en centros como la Clínica Santa Creu y el Hospital de Figueres y Áreas de Salud de Perelada, L’Escala, La Jonquera y Llançà, donde visitó a unos mil pacientes, "a sabiendas de su ilegalidad".
La fiscalía pidió para el acusado una pena de dos años de cárcel por ese delito, mientras que las acusaciones particulares, ejercidas por el Colegio de Médicos de Girona y el Institut Català de la Salut (ICS) aumentaron la petición a tres al apreciar el agravante de reincidencia (fue condenado en 2013 en Murcia por falsedad documental e intrusismo) y ante la gravedad de los hechos en un campo como la sanidad.
No declaró
Según la documentación presentada y el relato del investigador de la Guardia Civil, "se cumple la realización de actos propios de una profesión llevados a cabo por quien no está en posesión del necesario título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente que permita su realización".
La defensa, en la vista oral celebrada el pasado 3 de noviembre, pidió la absolución o subsidiariamente que no se tuvieran en cuenta los antecedentes del acusado, que se acogió a su derecho a no declarar.