La Agència de Salut Pública de Cataluña (ASPCAT), adscrita a la Consejería de Salud de la Generalitat, tomó muestras el lunes en las cuatro escuelas infantiles municipales de Calafell (Tarragona) en las que 51 de los 144 niños usuarios del comedor acabaron en el médico el viernes pasado con síntomas leves de intoxicación.
Por el momento, la empresa Agora Catering Gavà, que sirvió la comida y que desde el principio ha estado en el foco de la sospecha, seguirá prestando sus servicios en estas guarderías, pese a que la investigación sobre lo que sucedió el pasado viernes, cuando una cincuentena de menores acabaron en urgencias con erupciones en la cara y la boca, todavía no ha concluido.
Crónica Global ha tenido acceso a un comunicado enviado a los padres por Cemssa, la empresa municipal que gestiona estas cuatro guarderías públicas, en el que reconocen que los hechos “han generado total desconfianza hacia el servicio prestado por la empresa de cátering”. Sin embargo, en el mismo escrito acuerdan “que hasta que no haya una resolución de la investigación, seguirá siendo la encargada de continuar suministrando la comida a los infantes”.
Sarpullidos en las mejillas y los labios
Los hechos a los que se refiere la empresa municipal se remontan al pasado viernes. Sobre las doce y cuarto de la mañana, los padres de una cincuentena de niños de las guarderías El Petit Trenet, Els Terrossets, El Rasclet y El Petit Príncep, todas ellas ubicadas en Calafell, fueron alertados de una posible intoxicación alimentaria.
La alarma saltó después de que los menores comenzaran a manifestar lo que parecía una reacción alérgica tras ingerir la comida servida por la empresa Agora Catering Gavà. “Nos pidieron que fuésemos a recoger a nuestra hija urgentemente porque, tras comer un puré de calabaza, le salió un sarpullido alrededor de la boca y en las mejillas”, recuerda la familia de una de las menores afectadas, que sostiene que algunos de los niños también sufrieron vómitos. A su llegada a la guardería, los responsables del centro informaron a las familias de que el Hospital del Vendrell ya había sido alertado y que, para mayor tranquilidad, llevasen a los menores a urgencias para ser evaluados.
El cátering seguirá prestando servicio
Treinta y ocho de los niños afectados fueron valorados en las urgencias de este centro hospitalario, mientras que los 13 restantes acudieron al CAP de Calafell. Una de las familias sostiene que la pediatra de urgencias manifestó “sin ninguna duda” que el malestar de la menor se debía a una “intoxicación alimentaria” y les pidió que, además de suministrarle la mediación adecuada, vigilaran que la erupción no se extendiera a otras zonas ni presentara problemas respiratorios. Afortunadamente, todos los afectados fueron dados de alta a las pocas horas.
Tras estos hechos, el servicio de epidemiología de la ASPCAT abrió una investigación, que sigue en marcha, para determinar las causas de esta supuesta intoxicación y tomó muestras en los centros afectados.
Este lunes, la sorpresa de las familias fue mayúscula al recibir un mensaje en el que se informaba de que Agora Cátering Gavà seguirá siendo la responsable de servir la comida hasta que finalice la investigación. “Nos parece inaceptable”, expresan algunas de las fuentes consultadas por este medio. “Si hubiera habido una intoxicación en un restaurante estaría cerrado hasta averiguar qué ocurrió. Estamos hablando de niños”, protestan.
Se activó el protocolo
Por su parte, las fuentes han explicado a este medio que, en cuanto los responsables detectaron los primeros síntomas en los menores, se activó de inmediato el protocolo previsto para estos casos. “Dejaron de dar la comida a los niños y se avisó a todos los padres”, sostienen, además de alertar a la ASPCAT.
Los padres, sin embargo, se quejan de que el viernes desde la guardería les hicieron llegar una encuesta en relación con la intoxicación, consulta que provenía de la Generalitat de Cataluña. “Tuvimos que llamar hasta en dos ocasiones porque las preguntas eran en relación a una gastroenteritis y no a una intoxicación. Inicialmente ni siquiera lo verificaron”, expresan molestos.
Se barajan otras hipótesis
Fuentes municipales sostienen que el motivo por el que han decidido mantener el mismo servicio de cátering reside en que hay serias dudas de que la causa de la intoxicación esté en la comida. Explican que ese mismo día la empresa en cuestión, que se encarga de todo el proceso de cocinado, sirvió el mismo menú en guarderías de Vilafranca del Penedès, sin que se registrara ningún caso de intoxicación. Además, en las escuelas infantiles de Calafell, donde solo se comprueba la temperatura de los alimentos y se calienta si es necesario, la afectación fue muy dispar. “En una hubo 33 casos, en otra tan solo cuatro…”, explican.
Por eso, barajan otras hipótesis como que la causa haya sido el agua, aunque la que se sirve en el comedor es embotellada y la de los grifos procede de depósitos diferentes. Tampoco se descarta que el origen de la reacción alérgica estuviese causada por un producto químico o de limpieza. “Es un hecho muy desconcertante”, sostienen.
Situación de normalidad en las guarderías
Pese a que algunas familias aseguran que “nadie” del consistorio ni de la empresa municipal ha contactado con ellas directamente para interesarse por el estado de salud de sus hijos, las fuentes municipales consultadas sostienen que las escuelas, que son municipales, se pusieron en contacto “de inmediato” con ellas.
Además, precisan que a las dos horas los síntomas que experimentaron los menores habían remitido por completo y que todos ellos fueron dados de alta. “La cosa, afortunadamente, fue leve. Esta mañana han comido con normalidad en los comedores de las escuelas infantiles y no ha pasado nada”, zanjan.