La semana pasada los Mossos d’Esquadra desmantelaron una importante red italiana dedicada al tráfico de hachís con tentáculos en Cataluña. Actuaron en una operación conjunta con la Guarda di Finanza y en coordinación con Europol y trabajaron en la que ha sido hasta ahora la mayor investigación criminal internacional de la historia del cuerpo catalán.
En total, el dispositivo se efectuó de forma simultánea en varias localidades del norte de Italia y en Cataluña. Se saldó con 78 detenidos y con la incautación de más de 30 toneladas de hachís.
El inicio: un falso secuestro
Fue un falso secuestro, sin relación alguna con esta investigación, el que motivó el primer contacto entre los Mossos d’Esquadra y la Guardia di Finanza en enero de 2022.
Para entonces, según ha explicado Giorgio Targa, lugarteniente de la Guardia di Finanza del Grupo Operativo Antidroga, las autoridades italianas habían localizado una peletería, entre otros muchos locales comerciales del barrio de Chinatown de Milán, regentada por unos ciudadanos chinos que se encargaban de recibir grandes cantidades de dinero procedentes de redes de narcotráfico.
El cuerpo policial italiano colocó microcámaras en el establecimiento y logró constatar el delito. También descubrieron que recurrían a ese establecimiento empresarios con negocios legales de producción de acero y plástico para defraudar impuestos.
Una identificación en Badalona
Así, a través del agregado consular de Italia en Barcelona de la Dirección Central de los Servicios Antidroga, la Guardia di Finanza de Milán recordó a los Mossos que en 2020 habían identificado, en pleno confinamiento por la pandemia del Covid-19, a un ciudadano en Badalona cuando transportaba 300.000 euros en efectivo en una mochila.
Si bien la policía catalana lo puso en conocimiento del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Badalona, en aquel momento al no ver indicios el juez de criminalidad, la causa quedó archivada. La Guardia di Finanza confirmó que este sujeto formaba parte de una importante organización criminal con sede en Milán especializada en el tráfico de hachís.
A partir de ese momento, la policía catalana y las autoridades italianas intercambiaron información que resultó de gran utilidad para la incipiente investigación conjunta. A través del agregado de Interior de Italia en Barcelona de la Dirección Central de los Servicios Antidroga la Guardia di Finanza de Milán transfirió a los Mossos información sobre esta mafia establecida en Cataluña.
Formada por tres brazos
La organización estaba formada por tres brazos, cada uno de ellos encargado de realizar una labor diferente. El primero estaba compuesto por personas italianas establecidas en Cataluña, entre las que figuraban los principales líderes de la organización, que gestionaban y supervisaban los envíos de droga, mayoritariamente hachís, y el cobro de dinero.
“Localizamos a siete líderes en Cataluña, que tenían un alto nivel de vida pero no tenía actividad laboral conocida”, ha explicado Antoni Salleras, inspector jefe del Área Central de Crimen Organizado de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra.
El segundo grupo, también establecido en Cataluña, estaba formado por una red de ciudadanos marroquíes que se encargaban de conseguir el hachís en Marruecos y trasladarlo hasta Cataluña oculto en el interior de tractores.
El tercer grupo, de españoles, se encargaba de recoger la sustancia estupefaciente, almacenarla en guarderías y colocarla en camiones de gran tonelaje para trasladarla hasta Italia. No obstante, los investigadores también han podido acreditar que estos dos grupos que colaboraban con la red italiana, formados por españoles y marroquíes, también distribuían hachís en Cataluña.
'El método Hawala'
Para pagar las grandes cantidades de droga --en un solo camión fueron incautados 400 kilos de hachís-- la organización criminal utilizó el método Hawala. “Se trata de la primera vez que se ha podido acreditar de forma notable el funcionamiento de este sistema, también conocido como Fei Chien”, ha confirmado José A. Merino, subinspector jefe del Área Central de Delitos Económicos de la División de Investigación Criminal (DIC) de Mossos d’Esquadra.
Los miembros de la organización criminal italiana debían pagar la droga una vez llegaba a Italia. Así, recurrían a la peletería y otros locales en los que entregaban ingentes cantidades de dinero, que después se compensaban en establecimientos comerciales de Badalona, principalmente tiendas de ropa y restaurantes, a los que los narcotraficantes acudían con un código para extraerlas. Los empresarios chinos, por su parte, cobraban entre un 1,5% y un 2% por realizar estas gestiones, según ha confirmado Giuseppe Macaluso, capital de la Guardia di Finanza del Grupo Operativo Antidroga.
Mediante ese sistema, las mafias evitaban que el dinero se moviese físicamente de un país a otro, evitando poder rastrear estos movimientos. En los seis meses que ha durado la investigación los agentes de la Guardia di Finanza contabilizaron, gracias a las microcámaras de la peletería, 26 millones de euros procedentes de la droga catalana.
30 toneladas de droga y 78 detenidos
En el operativo, efectuado de forma simultánea en Italia y España, se efectuaron 105 entradas y registros (30 en Cataluña y 73 en Italia) y se efectuaron 78 detenciones (20 en Cataluña y 58 en Italia).
+En Cataluña, desde inicio de 2022, los Mossos d’Esquadra se intervinieron 1.200 kilos de hachís y 44 kilos de marihuana valorados en el mercado negro en tres millones de euros, mientras que la Guardia di Finanza se ha incautado de 30 toneladas de hachís y marihuana.
Además, en los registros efectuados en la autonomía, la policía catalana se ha incautado de más de 716.000 euros en efectivo y 80.000 en criptomonedas, seis vehículos de alta gama, tres inmuebles y relojes de alta gama.