Adrián, el bombero formado más joven de España que conduce un camión
A sus 23 años el colomense ha terminado la carrera de Biología, tiene un máster universitario de Educación y planea abrir su propia academia
24 septiembre, 2023 23:50El joven catalán Adrián Luna se ha convertido a sus 23 años en el bombero conductor con carrera y máster universitario más joven de España. Nacido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), se trasladó junto a sus padres a los 15 años a Albacete. Con 18 años dejó Castilla-La Mancha para mudarse a Murcia, donde estudió la carrera de Biología.
Tras finalizar sus estudios universitarios en junio de 2022 un amigo le propuso durante sus vacaciones de verano ir a colocar el sistema de aspersores de la ciudad deportiva Andrés Iniesta, en Albacete, para ganarse un dinero. Allí, conoció a un joven de la cuadrilla cuyo hermano era bombero. “Me empezó a explicar en qué consistía su profesión y al día siguiente me informé, empecé a sacarme los carnets de camión y tráiler, me matriculé en un curso de inglés y decidí opositar”, recuerda Adrián, que reconoce que no tenía vocación de bombero ni tampoco referentes en su familia.
Tardó 10 meses en conseguir su plaza
Hasta ese momento, confiesa, no se lo había planteado. De hecho, acababa de inscribirse en un Máster de Educación en Málaga. “El máster quería hacerlo sí o sí, porque nunca está de más tener una segunda opción”. Así que no lo dudó y ese año preparó las oposiciones en paralelo al título de posgrado. “Empecé a opositar a mitad de agosto de 2022 y el 25 de marzo de 2023 quedé sexto de unos 400 opositores. He tardado sólo 10 meses en conseguir mi plaza”, expresa orgulloso.
Ahora, planea abrir su propia academia para opositores de bomberos y dar clase en paralelo a su labor en el parque de bombero del Ayuntamiento de Linares, en Jaén, donde tiene la plaza y comenzará a trabajar en octubre. “También podría ayudarles a preparar las pruebas físicas porque tengo el título de entrenador personal. No me puedo estar quieto, necesito estar todo el rato haciendo cosas”, asegura.
"Salvar a alguien no tiene precio"
Por eso, ha elegido una profesión en la que “no hay dos días iguales”. Aunque todavía no ha comenzado a trabajar, admite que lo que más le preocupa es encontrarse con una situación en la que no salvar a una persona o un bien material.
No obstante, y a pesar de los retos que se le plantearán, se siente ilusionado tras recoger los trajes de intervención y rescate para comenzar a operar en el parque. “Lo que más me motiva es trabajar en equipo y ayudar. Se me da bien interactuar con las personas. La sensación de haber salvado a alguien no tiene precio”, subraya.
"No he tenido vida"
Adrián, que se define como un joven “curioso” por naturaleza, asegura que la de bombero, una profesión “todavía muy desconocida”, lo ha empujado a aprender sobre construcción, electricidad y sanidad, entre otros muchos campos, así como a mantenerse en una excelente forma física. “Nunca sabes a lo que te vas a enfrentar, tienes que saber de todo”, apostilla.
Eso sí, el catalán asegura que para lograr su objetivo tuvo que hacer muchas renuncias. Durante los 10 meses que estuvo opositando --la media oscila entre los cuatro y cinco años-- dedicaba a las pruebas 50 horas de estudio semanales y practicaba deporte un mínimo de una hora seis días a la semana. Todo esto, subraya, mientras estudiaba el máster. “Durante todo este tiempo no he tenido vida”, reconoce.
La promesa a su padre
A pesar del sacrificio, anima a los opositores a exprimir su tiempo al máximo. “Les aconsejaría que vayan a por todas, que no lo duden ni un instante. Que estudien mucho pero que descansen bien, que es fundamental para rendir”, asegura. “Mi consejo es que inviertan el máximo número de horas en estudiar, que se centren y que renuncien a los planes. La clave es ir cogiendo la rutina, los hábitos de estudio, la disciplina, la motivación y visualizarse como bombero”.
De hecho, relata, al poco tiempo de empezar a opositar su padre lo llevó a visitar el parque de bomberos de Albacete. Cuando salieron, recuerda, su familiar le advirtió de que el camino hasta lograrlo sería “muy difícil”. Al salir, Adrián se grabó un vídeo para el recuerdo y prometió: “Me sacaré la oposición más pronto que tarde”.