El asesino de un hombre en un descampado de Lloret cumplirá 18 años de condena
El autor del crimen le descerrajó cinco tiros a la víctima, que no iba armada e intentaba huir
23 agosto, 2023 10:35Noticias relacionadas
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 18 años de cárcel para el hombre que mató a otro a tiros en un descampado de Lloret de Mar (Girona) en 2012.
Después de protagonizar un enfrentamiento con la víctima, a la que propinó un puñetazo por causas que no han quedado aclaradas, el ahora condenado se citó con ella. El día 13 de septiembre de 2012 el autor de los hechos condujo desde Valencia hasta un descampado de Lloret de Mar, donde había quedado con el otro hombre para resolver sus tiranteces.
Le disparó cinco veces
Sobre las 20.00 el condenado se apeó del vehículo y apuntó con una pistola a la víctima y, “con la intención de acabar con su vida” o “al menos siendo consciente” de ellos, le disparó cinco veces, recoge la sentencia.
El auto del Tribunal Supremo destaca que el primero de los cinco tiros que le descerrajó fue por la espalda, cuando la víctima intentaba huir a pie tras salir de su vehículo. Los dos siguientes disparos se produjeron mientras el hombre corría. Finalmente, lo remató con otros dos tiros cuando ya se encontraba herido en el suelo.
"No pudo defenderse"
La sentencia, que confirma una pena que ya había ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), sostiene que el acusado “se prevalió de que la víctima no podía defenderse de manera alguna por no llevar arma y por lo rápido, inesperado y sorpresivo del ataque”.
Ahora, el Supremo ratifica la pena impuesta por el alto tribunal catalán al desestimar las explicaciones del condenado, que alegó que viajó a Valencia para “recoger un libro de familia” que fue hallado en su domicilio.
Tampoco considera convincentes los argumentos para justificar su viaje de regreso, dado que inicialmente aseguró que se marchó de Lloret de Mar por las amenazas que recibió por parte de personas de nacionalidad rusa, pero posteriormente en el juicio aseveró que lo hizo para evitar que su esposa sospechara de una infidelidad.