Una nueva unidad de Mossos d’Esquadra controlará a un millar de agresores sexuales en Cataluña. Así lo han anunciado este jueves el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y la portavoz del cuerpo policial catalán, la inspectora Montserrat Escudé.

La Unidad de Inteligencia de Violencias Sexuales se encargará de coordinar el control y seguimiento de estos 1.000 violadores, sobre los que pesan medidas de alejamiento y vigilancia. De estos, además, 18 fueron condenados y, tras salir en libertad, presentan un elevado riesgo de reincidencia. Sobre los casos más extremos, la fiscalía ha autorizado que se realicen seguimientos muy exhaustivos

Aumentan las denuncias 

A estos 1.000 agresores se suman otras 937 personas condenadas o investigadas por delitos contra la libertad sexual con medias judiciales --cautelares o por sentencia-- de alejamiento, salida al extranjero, localización permanente o prohibición de acceso a determinados lugares. Un control que también recaerá sobre la unidad de nueva creación. También se encargarán de controlar las alertas sobre delincuentes sexuales procedentes de otros países que recalen en Cataluña: solo en este año se han detectado 38 casos llegados de países anglosajones

En este primer semestre los casos de agresión sexual han aumentado un 16%, con 2.063 denuncias. En total, los Mossos d’Esquadra han atendido a 2.412 víctimas, de ellas, 935 menores de edad.   

Más efectivos

En este escenario, la nueva unidad se encargará de recabar información sobre estos delincuentes sexuales para incrementar la eficacia de las vigilancias. También dará directrices a los agentes del territorio que se encargan de llevar a cabo estos controles y seguimientos en sus distintas tipologías, desde una orden de alejamiento a una vigilancia a un depredador sexual con riesgo de reincidencia, para que haya pautas comunes, que se irán modificando a partir de la experiencia adquirida.

El nuevo decreto de estructura de los Mossos, aprobado recientemente, ha comportado la creación de una nueva Área Central de Violencias Sexuales, adscrita a la División de Investigación Criminal, en la que, además de la nueva Unidad de Inteligencia, se ha desdoblado la Unidad Central contra Agresiones Sexuales (UCAS) --cada una de ellas con un grupo de atención a la víctima--.



Según ha explicado Escudé, con el incremento de personal en la nueva Área Central de Violencias Sexuales --que pasará de 27 a 52 efectivos--, se crearán la UCAS-1 y la UCAS-2, que se especializarán cada una en distintos tipos de delitos contra la libertad sexual para profundizar en la lucha contra esta lacra.

Noticias relacionadas