La Policía Nacional ha detenido a dos personas en una clínica médica de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) e investiga a otras dos por falsificar 152 certificados a un precio de 170 euros cada uno para permitir que personas con enfermedades crónicas incapacitantes pudieran renovar su permiso de conducir.
La investigación se inició después de que la Policía Nacional detectara durante la primavera de 2022 a varias personas de edad avanzada, todas ellas vecinas de Deltebre, conduciendo pese a padecer enfermedades crónicas que limitaban sus capacidades.
152 personas recuperaron su carnet
Los investigadores descubrieron que, ante la imposibilidad de renovar el carnet de conducir, todas estas personas habían recurrido a un mismo centro médico, ubicado en Sant Carles de la Ràpita, y que habían superado los controles pertinentes tras abonar una determinada suma de dinero.
Tras consultar en la DGT la información referente a estos conductores, la Policía Nacional certificó que 152 personas mayores de 70 años con enfermedades crónicas y restricciones para la conducción habían recuperado el permiso de conducir tras su última revisión médica. Mientras que en las consultas anteriores presentaban una serie de patologías que mermaban sus condiciones psicofísicas, en el chequeo efectuado en la citada clínica estas enfermedades y restricciones a la conducción habían mejorado notablemente o desaparecido.
El médico titular, fallecido
En el mes de mayo los agentes efectuaron una entrada y registro en el centro investigado, en el que se incautaron de material informático que será clave para conocer si los ahora detenidos cometieron serias irregularidades.
También descubrieron que el titular del centro de reconocimientos médicos era un doctor que falleció en 2015. Sin embargo, tras su deceso, la clínica siguió operando bajo las directrices de su hijo, con la colaboración de otro médico, sin que informaran de la nueva situación a la DGT.
Se sienten "engañados"
Los agentes han tomado declaración a 33 de los ancianos, que han dicho sentirse “engañados”, pues no sabían que la tramitación de su certificado se había hecho de forma irregular ni que les podía causar problemas legales.
Gran parte de estos conductores de avanzada edad, algunos con problemas de movilidad y enfermedades degenerativas como Alzheimer o Párkinson, son vecinos de la localidad de Deltebre que creyeron estar pagando una tasa por la renovación de su permiso de conducir. Los investigadores creen que fueron captados en bares y centros comerciales por dos de los sospechosos, también residentes en la misma localidad.