La Fiscalía de Barcelona investiga si los insultos que recibió la enfermera andaluza que criticó la exigencia de acreditar nivel C1 de catalán para poder acceder a una plaza pública podrían constituir un delito de odio. El Ministerio Público abrió las diligencias el pasado 21 de abril tras recibir una denuncia presentada por la entidad Impulso Ciudadano.
Según ha podido saber El Mundo, la denuncia presentada por la organización recoge algunos de los insultos vertidos vertidos en las redes sociales contra la sanitaria, donde subrayan que estos mensajes "incidían en su origen andaluz y en su condición de castellanohablante que desconoce el idioma catalán".
"Un caso de acoso por su origen"
"Nos encontramos con un acoso en el que el origen de la enfermera, su condición de no catalana de origen y de castellanohablante es relevante", considera la entidad presidida por Pepe Domingo, miembro de la Asamblea por una Escuela Bilingüe y exdiputado del Parlament de Cataluña. En este sentido, subrayan que los "acosadores" de la enfermera "piden no sólo que se la despida, sino que se la expulse de Cataluña".
Unos hechos que, de acuerdo con la organización, encajan en las conductas perseguidas por la Ley catalana de igualdad de trato y no discriminación que busca "erradicar cualquier actuación o comportamiento que pueda atentar contra el libre desarrollo y la libre expresión, sin ningún tipo de discriminación de la propia personalidad y de las capacidades personales", apuntan.
Libertad de expresión
Entre otras cosas, la Fiscalía investiga ahora "la utilización del poder público con la finalidad de limitar la libertad de expresión de los ciudadanos; en este caso de los trabajadores públicos. La denuncia ahonda también en que el conseller de Salud, Manel Balcells, "vinculó" la apertura del expediente contra la sanitaria con el contenido del vídeo.
La enfermera perdió su trabajo poco después de que el Departamento de Salud abriera un expediente a la joven que trabajaba en el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. El centro sanitario decidió no renovar el contrato de la profesional.
Linchamiento público
Las palabras de la joven incendiaron las redes sociales, que se llenaron de duros comentarios y amenazas contra la ella, también por parte de figuras públicas. La joven reconoció que llegó a tramitar la baja por estrés tras el linchamiento público que sufrió las semanas posteriores a la publicación del video en TikTok.
"Te exiliaba a tu puta comunidad o te fusilaba y te dejaba en una puta cuneta tirada, hija de la grandísima puta” o "lo que tiene que hacer es irse a su amado Cádiz y no buscar trabajo en Cataluña y, si no lo encuentra, que se joda", escribieron algunos usuarios en Twitter.