La sequía da una tregua a Cataluña. Y es que las lluvias de mayo y junio "permiten retrasar hasta octubre la entrada en situación de emergencia", según Samuel Reyes, director de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Los chubascos primaverales han aliviado las zonas de estrés hídrico, como las dependientes del sistema Ter-Llobregat.
Sin embargo, Reyes ha alertado de que "no podemos bajar la guardia". "Tenemos que estar atentos y hacer un consumo de agua responsable". La crisis hídrica ha obligado a Administraciones y entidades a colaborar para encontrar soluciones y alternativas para responder a la sequía.
Los embalses, un poco más llenos
Las declaraciones del director del ACA llegan en un momento en que los embalses de las cuencas internas catalanas han aumentado ligeramente su capacidad hasta 30,14%, 0,01 puntos más con respecto la semana pasada. Los datos muestran que el volumen actual está un poco por encima de la mitad que en 2022, cuando por estas mismas fechas los embalses de las cuencas internas estaban al 52,94%.
El embalse de Darnius Boadella se encuentra al 26,26% de su capacidad; el de Sau al 31,11%; Susqueda al 30,05%; La Baells al 35,27%; La Llosa del Cavall al 25,75%; Sant Ponç al 37,86%; Foix al 59,99%; Siurana al 6,55%, y Riudecanyes al 6,48%. Por lo que respecta al estado de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), con una capacidad superior a los cinco hectómetros cúbicos, se sitúa en el 40,39%, cuando hace un año se hallaban a un 56,8% de su capacidad.
Más coordinación
La intervención de Reyes ha tenido lugar en la mesa redonda Menos agua y de menos calidad: los retos de la gestión de los recursos hídricos en Cataluña, organizada por ASAC, la asociación más representativa del sector en la región. Su principal conclusión es que se necesita una mayor coordinación y corresponsabilidad en la gestión del agua --contando con todos los actores implicados-- para afrontar el déficit hídrico estructural.
En el debate también han participado Carme Chacón, subdirectora general de Seguridad Alimentaria de la Generalitat, Albert Solà, de la Federació de Municipis de Catalunya, Lluís Corominas, de la Associació Catalana de Municipis (ACM), y Miquel Paraira, director de Calidad del Agua y Laboratorios de Aigües de Barcelona.