Investigadores catalanes han ensayado, por primera vez en Europa, una placenta artificial diseñada para salvar la vida a bebés ultraprematuros, es decir, aquellos que nacen antes de los seis meses de gestación. Este prototipo, que reproduce las condiciones vitales de la placenta de la madre, ha logrado alargar la vida 12 días de fetos animales.
Esta placenta artificial que están desarrollando los hospitales Sant Joan de Déu y el Clínic de Barcelona, podría someterse a estudios clínicos en humanos dentro de "dos o tres años", ha asegurado el director del BCNatal --centro de referencia internacional en medicina fetal-- y líder del proyecto, Eduard Gratacós.
250.000 casos de ultraprematuros cada año
El proyecto está pensado para aquellos neonatos que nacen antes de las 26 semanas de gestación, que son 25.000 casos cada año en Europa. Antes de los seis meses, los pulmones, los intestinos y el cerebro del feto están poco desarrollados y no están preparados para funcionar de forma correcta en un entorno tan antinatural como es fuera del útero.
A pesar de que con los años la ciencia y la tecnología han ido aumentando la supervivencia de los bebés prematuros, mediante técnicas de apoyo respiratorio y alimentación vía intravenosa, estos bebés pueden tener secuelas y complicaciones en su vida futura.
Reducir la mortalidad y las secuelas
En este sentido, para cambiar "radicalmente" el pronóstico de estos casos, Gratacós ha detallado que el objetivo del proyecto que lleva por nombre 'CaixaResearch Placenta Artificial' es ir ampliando la supervivencia en buen estado de fetos hasta las cuatro semanas --28 días--, para que luego ya los bebés puedan seguir viviendo fuera de esa placenta, en una incubadora.
"Se trata de mover el punto teórico del nacimiento y mantenerlo cuatro semanas en esta placenta, con lo que podríamos reducir la mortalidad y las secuelas a menos de la mitad, de una forma radical, así que el beneficio sería inmenso", ha remarcado Gratacós.
"Engañar al máximo a la naturaleza"
De acuerdo con el científico, el objetivo es "conseguir sacar el feto de su madre y que siga viviendo como un feto y esto es dificilísimo porque hay que engañar al máximo a la naturaleza". En este "engaño" es fundamental que el prototipo garantice, entre otras cuestiones, que entre y salga el líquido amniótico, y que le lleguen al feto los nutrientes y medicamentos, así como la oxigenación, todo ello mediante la conexión del cordón umbilical.
En estos dos años y medio de ensayo, la placenta artificial se ha probado en más de 50 casos de fetos de oveja, de los que tres han logrado la supervivencia en buen estado fetal a 12 días, mientas que ha habido otros que han llegado a los 10 o a los 9 días, ha detallado Gratacós.
Financiación de 7,65 millones de euros
Tras esta primera fase, financiada con 3,35 millones de euros por la Fundación La Caixa, comenzará una segunda (2023-2025) con 4,3 millones de euros más que tratará de ampliar a cuatro semanas la supervivencia, llevar todo el sistema a un nivel de seguridad "extrema" y desarrollar el marco bioético.
"Es una realidad que va a ser, no sabemos cuándo, pero en el futuro habrá una placenta artificial que cambiará de forma radical el futuro de estos prematuros", ha asegurado Gratacós, que ha pronosticado que su proyecto va a ser el primero, al menos en Europa.