La menor que presuntamente fue explotada sexualmente por el dueño de una discoteca de Granollers (Barcelona) ha matizado su versión en el juicio. Si bien durante la fase de instrucción la joven reconoció haber mantenido relaciones sexuales en hasta en seis ocasiones con varios hombres a cambio de dinero mediante la intermediación del acusado, este lunes lo ha negado.
La víctima ha declarado que él le ofreció “hacer negocio” acostándose con adultos, pero que ella se negó y solo mantuvo relaciones a cambio de alcohol, drogas y dinero con el acusado y con otro empleado de la sala de fiestas, según ha recogido la agencia Efe.
Maltratada por su madre
Los hechos que se juzgan en la Audiencia de Barcelona se remontan a 2016, cuando la chica tenía 15 años y vivía en un centro de acogida tras haber sufrido el maltrato continuado de su madre. Una situación de la que el acusado, asegura la víctima, “se aprovechó”.
Según el escrito de la fiscalía, al que ha tenido acceso Crónica Global, “a sabiendas de la grave adicción al alcohol” que tenía la menor, en las ocasiones en las que la adolescente se fugaba del centro donde estaba acogida, el acusado la impulsaba a que se prostituyera “diciéndole que le proporcionaría dinero, alcohol, cocaína y marihuana”. Unos hechos que, ahora, la víctima dice que no llegaron a producirse.
100 euros y alcohol a cambio de sexo
Lo que sí ha reconocido es que se fugaba del centro en el que residía con frecuencia y que junto a una amiga empezó a frecuentar la discoteca del actual acusado, en la que no le pedían DNI para entrar. Según su versión, el procesado la invitó en varias ocasiones a su despacho, a un piso y a otra discoteca que también regentaba, donde mantuvo relaciones “en tres o cuatro ocasiones” tanto con él como con un chófer a cambio de dinero, drogas y alcohol.
Siempre según la joven, el acusado llegó a prometerle entre 400 y 600 euros por acostarse con él, de los que finalmente le pagó 100 euros. Además, ha reconocido que en aquella época ella sufría una adicción al alcohol, sustancia que él le proporcionaba a cambio de tener sexo. "Me daba alcohol y drogas porque yo solo era capaz de tener relaciones si estaba borracha o drogada", ha declarado.
La amiga tiene otra versión
La víctima ha relatado que frecuentaba la discoteca en la que presuntamente se produjeron los hechos en compañía de su mejor amiga, a la que también ha situado en un piso de Granollers. De hecho, ha contado que ambas debían tener relaciones con el acusado, pero que la otra joven se echó atrás.
Sin embargo, la amiga ha desmentido este extremo y ha asegurado que nunca estuvo en ese lugar. Además, ha declarado que nunca tuvieron relación con el acusado cuando fueron a la discoteca y que sí les exigían el DNI para entrar. "Nunca me contó que le ofreciera dinero o drogas a cambio de sexo", ha añadido.
El acusado lo niega todo
El acusado, para quien la fiscalía pide 22 años y medio de cárcel como presunto autor de los delitos de prostitución de una menor de edad especialmente vulnerable, un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal y un delito contra la salud pública, ha negado todos los hechos.
El procesado ha declarado que no conocía a la víctima y que nunca le ofreció dinero a ninguna menor para que se acostara con él. Es más, sostiene que en su local no entraban menores y que los restos de cocaína hallados en su despacho eran de una clienta.