Karl Fagerström, psicólogo y uno de los mayores especialistas de la lucha contra el tabaquismo en el mundo, cree que el objetivo de vivir en un mundo sin cigarrillos es posible, pero no sin la nicotina u otro tipo de productos de tabaco como el cigarrillo electrónico, los parches, los chicles de nicotina o el tabaco calentado.
"Creo que podemos liberar al mundo de los cigarrillos, pero si podremos liberar al mundo de la nicotina eso ya es otra cosa. La nicotina en forma de tabaco ha sido una droga culturalmente presente en nuestra historia y deshacernos de ella sería como pensar en deshacernos de la cafeína o el alcohol", explica el experto sueco en una entrevista a Europa Press.
Otras formas menos dañinas para la salud
De acuerdo con él, el escenario más razonable para el futuro es que "seguirá habiendo un importante número de personas que estén consumiendo nicotina", por lo que uno de los objetivos claves para la salud pública es que puedan consumirla mediante "formas más seguras" y "menos dañinas para su salud".
El psicólogo también ha aprovechado para lanzar un mensaje a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene previsto fijar en noviembre su estrategia en la lucha contra el tabaquismo. El experto considera que apostar por una política de equiparación de todos los productos de nicotina o tabaco independientemente de su grado de daño a la salud tendrá consecuencias. "Perderemos vidas cada año", alerta.
Hábitos de fumar en Sucia
"En Suecia se ha calculado que si la Unión Europea tuviera los mismos hábitos de fumar que los hombres y mujeres suecos, habríamos salvado 360.000 vidas al año. Así que no querer hacer nada más que dar consejos para que la gente deje de fumar tiene un precio", ha subrayado.
Aunque Fagerström ha resaltado el esfuerzo de la organización creando la conferencia mundial sobre el control del tabaco, ha precisado que "por desgracia, el descenso del nivel de fumadores no va muy rápido" en porcentaje y en términos generales "no va bajando en absoluto", porque cada vez hay más personas habitando el planeta.
Cigarrillos electrónicos
El experto repasa todos los productos que considera "menos dañinos" que el cigarrillo de combustión --los chicles y parches de nicotina, el cigarrillo electrónico, el snus y el tabaco calentado-- y se muestra convencido de que hay que poder usar todos estos caminos intermedios. "Los cigarrillos electrónicos no necesariamente son completamente saludables pero hay mucha menos absorción de tóxicos que con los cigarrillos convencionales", remarca.
Para el psicólogo, con casi 50 años en el mundo de la lucha contra el tabaquismo, el discurso de quienes se oponen por sistema al uso de estos nuevos productos "es extraño" y tiene más que ver con el rechazo hacia la industria tabaquera. "¿Por qué no podemos aceptar reducción de daños en esta área tanto como lo hacemos en muchas otras áreas? Los cinturones de seguridad, por ejemplo, en los coches, los cascos en las motos o las drogas", reflexiona.
Nuevo sistema regulatorio
Así, Fagerström cree que es necesario "un nuevo sistema regulatorio" basado en la proporcionalidad de impuestos en función al daño que producen a la salud. Similar, explica, al que se aplica en Escandinavia con el alcohol: "Así que el sistema de impuestos, la disponibilidad, o la manera en que estos productos pueden ser anunciados están relacionadas con el potencial daño del producto. Lo mismo, creo, debería ser con el tabaco. Así tendrías un catálogo de productos desde los más dañinos hasta los menos dañinos, regulados acorde al daño que provocan; lo que significa que el cigarrillo debería ser tratado mucho menos bien que ahora".
El experto pone también el foco en el cánnabis y considera que el aumento de su prevalencia suele conllevar un descenso de fumadores, pero precisa que este no es un buen cambio, dado que el cánnabis es "sedativo" y tiene "otros efectos sobre el sistema nervioso", por lo que lo ve "más problemático".
"La nicotina por sí misma no causa cáncer, la nicotina no causa ningún desorden respiratorio, puede tener un papel marginal en la enfermedad cardiovascular. Si tomas nicotina puedes conducir tu coche, puedes volar un avión, pero el cánnabis tiene estos efectos sedativos y otros efectos en el sistema nervioso, lo que es más problemático", argumentó.
La industria seguirá
El especialista se lanza también a pronosticar el futuro de la industria: "Seguirán en el negocio, pero será más pequeño y tendrá productos menos dañinos". Y es que, defendió, "el tabaco ha sido usado por algunas razones".
"La nicotina del tabaco es la segunda droga más usada, el café está primero. Así que debe haber algunos efectos positivos con la nicotina también. Cuando era más joven, yo también creía en un mundo sin drogas. Pero según he madurado y me he vuelto incluso un poco viejo, he empezado a darme cuenta de que eso va a ser extremadamente difícil. Pensar en una sociedad sin tabaco ni nicotina creo que no es ser completamente realista. Me gustaría estar equivocado, pero no creo que lo esté", concluye.