Una mujer sujeta las manos de otra

Una mujer sujeta las manos de otra GENERALITAT DE CATALUNYA

Vida

Malos tratos y discapacidad: el doble obstáculo para acceder al mercado laboral

Inserta Empleo, la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo de las personas con diversidad funcional, ha atendido desde 2020 en Cataluña a un total de 149 mujeres en el marco del programa Mujeres en Modo ON VG

29 mayo, 2023 23:00

Las mujeres con discapacidad se enfrentan a mayores dificultades a la hora de acceder al mercado laboral, pero si a esta ecuación se suma además la violencia de género la búsqueda de empleo se complica todavía más. Así lo explica Dolores García, directora regional de Inserta Empleo en Cataluña, la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo de las personas con diversidad funcional. “En 2017 empezamos a identificar patrones similares durante las entrevistas a mujeres con discapacidad que atendemos” y que, además, habían sufrido malos tratos, relata en una entrevista a Crónica Global. Por eso, a partir de 2020, desde Inserta Empleo comenzaron a dar forma a un modelo de intervención y acompañamiento específico.

Desde entonces, la entidad ha atendido en Cataluña a un total de 149 mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género, en el marco del programa Mujeres en Modo ON VG, que tiene como objetivo acompañarlas y empoderarlas para que recuperen las riendas de su vida a través de su inclusión laboral y social. Gracias a este programa, 36 mujeres han conseguido contratos laborales en la comunidad.

Programa Mujeres en modo ON Violencia de Género

Programa Mujeres en modo ON Violencia de Género INSERTA EMPLEO

Discapacidad sobrevenida por la violencia

En 2017 desde la entidad comenzaron a detectar situaciones de falta de actividad en el mercado laboral entre estas mujeres, a las que además se sumaba también una dificultad para identificar sus capacidades, la falta de autoestima y el miedo a no ser reconocidas. “Cuando exploramos las características de su propia discapacidad y de cómo había aparecido empezamos a intuir que en un buen número de mujeres la discapacidad les había sobrevenido por la violencia de género”, explica García.

Así lo confirmaron poco después los datos recogidos en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019 --la última ofrecida por el Ministerio de Igualdad y la primera que incluye a las mujeres con discapacidad-- que recoge que el 17,5% de las mujeres con diversidad funcional atribuyen a la violencia de género su discapacidad. Además, según la misma encuesta, el 40,4% de mujeres con discapacidad acreditada ha sufrido violencia en la pareja frente al 31,9 de las mujeres sin esta condición. Sin embargo, cabe destacar que es mayor el número de mujeres con discapacidad que ha buscado ayuda formal con relación a la violencia de género frente a las mujeres sin discapacidad. 

La figura del compass

El objetivo de este programa es que las mujeres salgan de las dinámicas de violencia, que puedan compartir su situación y decidir cuáles son sus necesidades y prioridades. Las decisiones las toman ellas, pero lo hacen acompañadas de una figura clave, la compass --brújula, en inglés--, profesionales con formación y experiencia en proyectos de intervención social que las acompañan en este proceso.

Además de este acompañamiento personalizado, las ponen en contacto con redes de otros profesionales y servicios para reforzar aspectos que haya que mejorar de cara a la búsqueda de un empleo. En paralelo, las ayudan a que valoren sus capacidades y a que ganen autoestima y confianza para emprender el camino en la inclusión del mercado laboral. En esta fase, la compass les ofrece una orientación laboral, realiza una valoración del perfil profesional y las ayuda a definir su objetivo profesional y a reforzar las habilidades y competencias que necesitan para retomar su actividad.

“No es llegar y ponerlas en contacto con una empresa, tienen que superar unos procesos de selección en igualdad de oportunidades con otras candidaturas”, explica García. Por eso, se vuelcan en que recuperen la confianza de que podrán llegar a la fase final del proceso de selección y ser contratadas. “Suelen tener miedo de no encajar en el entorno laboral, porque algunas han sufrido violencia en estos entornos. También tienen miedo a relacionarse con otras personas, porque vienen de procesos de estancamiento y de aislamiento”. En el marco de esta iniciativa también organizan grupos de ayuda mutua, que les permiten ver que no están solas, que la suya no es una situación aislada.

El papel de las empresas

Además, Inserta Empleo realiza la labor de intermediación laboral, poniendo a las mujeres en contacto con las empresas que quieran contratar a personas con discapacidad. En total, más de 430 empresas se han sumado ya a este proyecto, incluyendo el propio Grupo Social ONCE e Ilunion. “La acogida entre las empresas privadas ha sido realmente muy positiva. Ya trabajábamos con muchas empresas en el ámbito de la inclusión laboral de las personas con discapacidad, así que son empresas o empleadores sensibilizados”, expresa García. Además, muchas han reforzado su compromiso incorporando protocolos para detectar la violencia y erradicarla.

En este recorrido, expresa la directora regional de Inserta Empleo en Cataluña, no solo han colaborado con empresas, sino que han ido tejiendo alianzas también en el ámbito público, con asociaciones, entidades y la propia Administración Pública, para que la atención a las mujeres sea integral. “Es muy importante contar con los profesionales que ofrecen esta atención más directa. También es importante que su entorno esté bien cuidado, que puedan acceder, por ejemplo, a una vivienda en condiciones", remarca. Por eso, Iserta Empleo ha creado un ecosistema del que forman parte entidades, tanto públicas como privadas, y servicios que apoyan el desarrollo profesional de las candidatas."Ayudamos a las mujeres a valorar sus perfiles profesionales, a que pongan en valor sus capacidades y competencias, a que desarrollen sus habilidades y a ponerlas en contacto con el mercado laboral”.

Acompañamiento después de encontrar trabajo

Una vez que la mujer tiene las competencias o habilidades necesarias las empujan a localizar y encontrar ofertas, a identificar oportunidades laborales que se ajusten a lo que están buscando. "Es una atención integral en el ámbito de la intermediación laboral, que mejora de la empleabilidad" de las mujeres con discapacidad y que han sido víctimas de violencia de género. 

Cuando han conseguido acceder al mercado laboral, desde Inserta Empleo se les sigue ofreciendo acompañamiento. Sus aliadas son, una vez más, las compass, y su función en esta fase es una de las más importantes para que puedan consolidar su puesto de trabajo. "Las compass siguen a su disposición para lo que necesiten, y también acompañamos a las empresas, aconsejándolas y apoyándolas para completar la inclusión laboral". 

El impacto en la vida de las mujeres

Este programa tiene un impacto a todos los niveles en la vida de las mujeres. "Recuerdo a una mujer que confirmó su asistencia para venir al taller grupal, pero no se presentó. Cuando la compass la llamó le dijo que le dio miedo compartir espacio con otras personas, pero la animó a intentarlo de nuevo", recuerda García. "Cuando terminó dijo que tenía necesidad de seguir trabajando, que se había dado cuenta del tiempo que había perdido por miedo, por no sentirse valorada".

El hecho de haber conocido a otras mujeres que habían pasado por situaciones incluso más complicadas que la de ella le hizo ver que podía. "Hubo un antes y un después, retomó las riendas para luchar, para tirar hacia adelante y volver al mercado laboral, algo que ya no contemplaba. Incluso a nivel de imagen, del autocuidado, hubo un cambio radical", sostiene. 

36 casos de éxito

Aun así, García insiste en que no todas las mujeres manejan los mismos tiempos y que para conseguir que sigan el programa las compass tienen que establecer una relación de confianza con ellas, "que no se crea de un día a otro". De todos modos, hay mujeres que desaparecen, otras que lo retoman pasado un tiempo. "Pasan por momentos, eso no quita que si hoy no se ven capaces dentro de un tiempo no estemos aquí para abrirles la puerta y atenderlas cuando ellas lo decidan".

Como las 36 mujeres que han conseguido un contrato laboral, desde Inserta Empleo recuerdan a las mujeres que hayan pasado o estén pasando por una situación de violencia que les tenderán la mano para hacerles ver que hay oportunidades, que pueden progresar y empoderarse.