El personal de la Funeraria de Reus avala dar forma al proyecto de operador comarcal al que el pleno del municipio acaba de dar luz verde, aunque con peros al proyecto. La plantilla avanza que pedirá "compensaciones" al ayuntamiento porque la nueva empresa supramunicipal les obligará a desplazarse a otros tres municipios: Salou, Vila-seca y Constantí. Es decir, exigen mejorar sus condiciones laborales. 

En conversación con este medio, un portavoz de UGT ha explicado que los representantes municipales explicaron en un encuentro reciente que el proyecto ya ha sido avalado por el pleno municipal de Reus. Ahora, el resto de ayuntamientos también aprueban la memoria en sus sesiones plenarias. Tras ello, se tendrán que resolver las alegaciones presentadas por dos operadores del sector y, si la iniciativa no acaba en los tribunales, FuneCamp, la funeraria comarcal, "comenzará a operar en 2024". 

"Compensaciones"

Eso sí, los impulsores del proyecto también deberán rascarse el bolsillo para compensar a la treintena de trabajadores que ahora están empleados en la funeraria municipal de Reus. "El hecho de pasar del municipio, donde la firma cuenta con más de 30 años de historia, a otras localidades, significará que hay que aprobar compensaciones a la plantilla, ya sea económicas o de otra índole", señalan desde la plantilla.

Imagen del cementerio municipal de Reus / Cedida

Las nuevas medidas de indemnización a los trabajadores quedan a expensas de que se concrete la operativa de la sociedad, agregan desde UGT. En estos momentos, no hay detalles concretos de la forma de trabajar. "Imaginamos que hasta que se constituya el nuevo pleno municipal y se pacte el gobierno, no comenzaremos a negociar. Entendemos que será en septiembre u octubre", reconocen. 

Se negociará un nuevo convenio

Esas conversaciones deberán abordar la necesidad de un nuevo convenio para los empleados. El actual, de ámbito municipal, no servirá y se "denunciará". Así como contrataciones, pues la memoria del proyecto recoge la "intención" de emplear a más personal, sin fijar cifras, entre otros detalles que se tendrán que abordar en el debate laboral. 

La parte social ha avanzado que se sentará en la mesa para negociar con "buena voluntad". Destacan que la empresa actual "tiene tres décadas de experiencia y es una buena base" para "abordar la idea" de un solo operador para varias localidades, sostienen. 

KPMG prevé pérdidas

Reus y los otros tres municipios que impulsan la funeraria comarcal deberán aportar fondos extra. Es así porque la auditora KPMG, en un dictamen de la memoria al que ha accedido este medio, prevé una situación financiera negativa para la sociedad desde el momento en el que empiece a operar. 

La firma entiende que el flujo de caja o cash flow podría llegar a los 700.000 euros en negativo y las pérdidas, rebasar los 300.000 euros cada año. Ello es así porque el operador deberá incorporar inversiones y amortización de infraestructuras. En el mismo sentido, el nuevo actor supramunicipal deberá dimensionar correctamente su cuota de mercado, pues la misma consultora alerta de que se ha sobreestimado cerca de un 25%.

De forma oficial, Reus asegura a los trabajadores que la firma operará bajo el principio de "equilibrio financiero". 

Pendiente de los ayuntamientos

Antes de afrontar su primer ejercicio en operación, la funeraria se someterá al criterio de los plenos municipales. Cuando la memoria esté ratificada, se abordarán las alegaciones y, después, se aprobará definitivamente, abriendo la vía judicial, ha corroborado UGT. 

El alcalde de Reus, Carles Pellicer (JxCat), en una imagen de archivo / EFE

De hecho, otros proyectos públicos municipales han recibido varapalos en los tribunales. El ejemplo más evidente de ello es el dentista municipal que impulsó Ada Colau en Barcelona, y que recibió un revés judicial en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Lo anuló la segunda instancia judicial con reproches a la invasión de competencias y al menoscabo ocasionado a la viabilidad del erario público.