La controversia del omeprazol: ¿Un protector de estómago con riesgos ocultos?

El uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol, ha sido objeto de controversia en los últimos años debido a la posible relación con el cáncer de estómago. Aunque estos medicamentos son ampliamente utilizados para reducir la secreción de ácidos gástricos y tratar ciertas dolencias estomacales, los estudios han sugerido que su uso a largo plazo puede conllevar riesgos importantes para la salud, incluido un posible aumento del riesgo de cáncer gástrico.

En 2017, un estudio publicado en el British Journal of Medicine (BMJ) y que llevó a cabo la University College de Londres y la Universidad de Hong Kong, reveló una asociación entre el consumo de IBP y un mayor riesgo de cáncer gástrico. Los investigadores analizaron a 63.000 sujetos que habían superado la infección por Helicobacter pylori y encontraron que aquellos que habían sido tratados con IBP tenían el doble de posibilidades de padecer cáncer en comparación con aquellos que habían recibido otros tratamientos para el reflujo. Además, el estudio indicó que aquellos que tomaban omeprazol diariamente tenían hasta cuatro veces más riesgo de desarrollar cáncer de estómago que aquellos que lo tomaban semanalmente.

Evidencias pendientes de prueba

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la evidencia científica sobre esta asociación aún no es concluyente. Un metaanálisis publicado en la revista Alimentary Pharmacology and Therapeutics sugiere que no hay suficiente evidencia para confirmar este vínculo de manera definitiva. Aun así, los autores del estudio consideran la necesidad de reducir la prescripción necesaria de IBP debido al sobreconsumo real de estos medicamentos.

En España, el cáncer de estómago es uno de los tipos de cáncer menos frecuentes, pero su incidencia sigue siendo considerable. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estimaba que en 2022 se detectarían alrededor de 6.913 casos de cáncer gástrico, sobre todo a hombres. Aunque la mortalidad por este tipo de cáncer ha disminuido en las últimas décadas, en 2020 aún fallecieron 4.917 personas a causa de esta enfermedad.

Prevención estomacal

Además del Helicobacter pylori, otros factores de riesgo para el cáncer gástrico incluyen la inflamación crónica del estómago, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, los pólipos gástricos, el tabaquismo, la obesidad y las dietas pobres en vegetales y altas en carnes procesadas. En casos en los que existen estas condiciones o infecciones, los médicos pueden recomendar el uso de medicamentos como el omeprazol para el tratamiento y la prevención de trastornos estomacales.

En resumen, aunque existen estudios que sugieren una posible asociación entre el uso a largo plazo de inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol, y un mayor riesgo de cáncer gástrico, la evidencia científica aún no es concluyente. Es fundamental seguir las recomendaciones médicas y evitar la automedicación