Los okupas seguirán en la Bonanova tras el portazo de la justicia a Sareb

El Juzgado de Primera Instancia número 39 de Barcelona, que ha recibido la petición de medida cautelar presentada por Sareb --la propietaria de los dos edificios okupados en la Bonanova, El Kubo y La Ruïna-- ha desestimado la medida argumentando que “procesalmente no se puede acoger”. El conocido como banco malo, acudió este martes por tercera vez a los tribunales para urgir a desalojar La Ruïna, después de que otro juzgado de la Ciudad Condal, el de Primera Instancia 3, autorizara el desalojo de El Kubo, el edificio contiguo. Sin embargo, el lanzamiento de El Kubo, previsto para el 23 de marzo, quedó paralizado después de que los Mossos d'Esquadra solicitaran que se hicieran a la vez para evitar "una batalla campal". 

La demanda, que afecta a la finca conocida como La Ruïna, le ha sido notificada a la parte contraria --los okupas-- que ha presentado las pertinentes alegaciones. Esto obliga, según la ley, a escucharlos y abre una nueva etapa procesal, según ha informado este jueves el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en un comunicado.

Los okupas ganan tiempo

Sareb tomó cartas en el asunto el martes, como anunció en exclusiva Crónica Global, y acudió a los tribunales para pedir el desalojo de sus dos propiedades, ubicadas en la calle Sant Joan de la Salle, aludiendo a una cuestión de "seguridad pública". Fuentes de la gestora trasladaron a este medio que el hecho de efectuar los dos lanzamientos de forma simultánea frustraría un posible intento de los okupas de El Kubo de trasladarse a la vecina casa La Ruïna. También minimizaría el riesgo de que se registraran graves disturbios. “El desalojo de El Kubo está condicionado por la fecha que fije el juzgado 39 de Barcelona para desalojar La Ruïna”, subrayaron. Tras este revés judicial, los okupas podrán permanecer en estas dos fincas de la zona alta hasta que el proceso judicial se resuelva. 

Tres agentes de Mossos d'Esquadra en la plaza de la Bonanova de Barcelona / CG

La gestora solicitó "que el juzgado devuelva a la Bonanova la seguridad que reclaman los vecinos”, pero los okupas han logrado ganar tiempo. En las últimas semanas este barrio acomodado de Barcelona se ha convertido en un polvorín. De hecho, el miércoles por la noche se vivieron escenas de tensión en la plaza, desde la que algunos residentes atacaron las casas allanadas con petardos. La respuesta de los okupas no se hizo esperar. Ataviados con cascos de moto para protegerse y ocultar sus rostros lanzaron piedras y globos con pintura desde el patio trasero de La Ruïna. 

Los Mossos blindan la Bonanova

Así las cosas, los Mossos d'Esquadra han blindado la plaza de la Bonanova, donde el martes por la noche desplegaron un fuerte dispositivo "preventivo" con efectivos de la Brigada Móvil (Brimo) y de las Áreas Regionales de Recursos Operativos (Arro), para proteger a ambas partes y evitar un encontronazo entre los dos grupos antagónicos. El epicentro del conflicto okupa será escenario este martes de una manifestación convocada por los vecinos, a la que acudirá el polémico administrador de Desokupa, Dani Esteve, y de otra protesta tras el llamamiento de los allanadores a los grupos antisistema de Barcelona.

A pesar de que fuentes policiales han aclarado que la policía autonómica no dejará que Desokupa actúe, Esteve ha asegurado en varias ocasiones a través de sus redes sociales que vaciaría las propiedades, pese a que Sareb se desmarcó de la polémica empresa y confirmó a este medio que no había contratados sus servicios. Sin embargo, el miércoles por la noche el administrador de Desokupa suavizó su discurso y anunció que renunciaba a hacerlo porque "ya no hace falta", confiando en que un juzgado acepte su petición de medidas cautelares para ordenar un desahucio policial.