Los okupas de La Ruïna y El Kubo, los dos bloques propiedad de Sareb en el barrio de la Bonanova de Barcelona, no cumplen con el perfil de familias vulnerables. Fuentes de la gestora han explicado a este medio que antes de acudir a los tribunales tanto los equipos de mediación como los Servicios Sociales hacen comprobaciones para conocer la situación de los allanadores.
Desde Sareb aseguran que, como grandes tenedores, siempre existe un acercamiento para saber si los allanadores de las propiedades que deben gestionar "son personas vulnerables o conflictivas". En caso de que desde Servicios Sociales se determine que los residentes están en situación de vulnerabilidad, añaden, se activan los recursos para que entren a formar parte del esquema de alquiler social que ya tienen previsto.
“No han colaborado”
En caso de que se determine que las personas que se han hecho con el control de una propiedad son vulnerables, se les ofrece un programa de acompañamiento. “Tienen que comprometerse a colaborar y solicitar una serie de ayudas que ofrece la Administración Pública”, detallan. Además, si están capacitadas para trabajar, se les pide que entren en la bolsa de empleo. Si cumplen con estos requisitos, se les ofrece un alquiler social por un periodo de siete años. Durante este tiempo, periódicamente se les hace un seguimiento.
Pero en el caso de los okupas de la Bonanova, a los que los vecinos tildan de “conflictivos”, no ha sido posible. Las dos propiedades llegaron a manos de Sareb en 2014 y 2018 “ya okupadas”. El caso de El Kubo prosperó en los tribunales, al no acreditarse esta condición. Un juzgado de Barcelona ordenó su desalojo el pasado 23 de marzo, pero el titular suspendió de forma temporal el lanzamiento después de que, según la Sareb, los Mossos solicitaran realizar ambos desalojos de forma simultánea, una estrategia que también apoya el Ayuntamiento de Barcelona para evitar “una batalla campal”. El problema reside en que los respectivos procedimientos de El Kubo --ya agotado-- y La Ruïna --todavía en curso y pendiente de señalamiento-- recalan en juzgados diferentes, que tendrán que coordinarse con la policía catalana para unificar en un mismo día ambos operativos policiales. Es decir, el desalojo de El Kubo depende de la fecha elegida para vaciar La Ruïna, pero llegados a este punto el tiempo apremia.
Sareb toma acciones legales
Por eso, el martes, tras la escalada de tensión en la zona alta de Barcelona, Sareb presentó una nueva petición de medida cautelar al Juzgado de Primera Instancia número 39 de Barcelona para urgir al desalojo de La Ruïna, aludiendo a “una cuestión de seguridad pública”, como avanzó en exclusiva Crónica Global. Es la tercera vez, dado que las dos primeras peticiones fueron desestimadas. “Sareb reitera la necesidad de medidas cautelares para llevar a cabo el desalojo de ambos edificios”. Además, en el caso de La Ruïna, a la espera de que sea un juez quien ordene su desahucio, “tampoco hay indicios de vulnerabilidad”.
El pasado 23 de marzo, insisten desde Sareb, “ya estaba todo preparado” para la salida de los okupas. Desde la gestora se había puesto en marcha a los equipos de seguridad para que blindaran el edificio tras la actuación de Mossos d’Esquadra, como suele ser habitual en estos casos. “Pero se paró”, recuerdan. Así las cosas, lamentan que desde diferentes entornos hayan afeado su falta de iniciativa para echar a los allanadores, porque una vez en manos de un juez, aclaran, no pueden hacer “nada más”.