El caso de la extraña muerte del albanés Saimir Sula en Barcelona vuelve a Bruselas. Una nueva manifestación en Bélgica ha reclamado que se investigue el fallecimiento en el Hospital del Mar, que dio lugar a una autopsia en la que se retiró el corazón del difunto, que Tirana y España se disputan.

Albania ha reclamado el corazón a las autoridades españolas para poder hacer una nueva autopsia completa, por ahora sin éxito. Mientras que la justicia barcelonesa ha dado carpetazo al caso, la fiscalía de Tirana ha abierto una causa de tráfico de órganos y la situación ha derivado en una crisis diplomática con contactos entre los Gobiernos de ambos países europeos.

Choque diplomático

Majlinda Sula, hermana del fallecido y afincada en Barcelona, señala a este medio que en la concentración se ha reclamado "a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y a los eurodiputados que vengan a sentarse con la familia". Lamentan que el caso se haya archivado en España: "Hace tres años que murió Saimir y no se investiga".

La familia asegura que se le ha agotado la paciencia y pide que el juez cite a declarar a Josep Castellà, el forense que elaboró la primera autopsia, así como a los ocho agentes de seguridad que habrían reducido al fallecido en el Hospital del Mar justo antes de su muerte. También pide a la ministra de Justicia, Pilar Llop, "que conteste a las ocho cartas que le ha enviado el Estado albanés" y que por ahora han sido ignoradas.

Saimir Sula, fallecido en Barcelona en 2020, junto a su hermana Majlinda / CEDIDA

Nuevas movilizaciones

Sula recuerda que "la fiscal albanesa envió una nota de prensa en febrero en la que prometía que traería el corazón aunque la causa judicial se archivara en España". El caso ha tenido máxima repercusión por el interés de los medios, instituciones y organizaciones de derechos humanos en Albania, pero la familia busca que sea atendido también en España y Bruselas.

Albania no cuenta con representación en el Parlamento Europeo ya que su petición de ingreso en la Unión todavía no ha sido aprobada. Sin embargo, el entorno del difunto y la diáspora albanesa en Bélgica preparan más movilizaciones en el corazón de Europa.