Los apenas 3.500 vecinos del pequeño municipio catalán de Sant Hipòlit de Voltregà, en Osona (Barcelona), han despertado este 1 de mayo compungidos por un crimen de sangre. Sobre las cinco de la madrugada, un hombre ha disparado con una pistola a un joven de 15 años acabando con su vida tras una pelea. El trágico suceso ha ocurrido en la inaccesible calle de Sant Martí, una vía que va a dar a rutas senderistas, por las que ha huido el agresor y por donde se le busca por tierra y aire, con helicóptero y drones.
Mossos d’Esquadra apenas da información, pues la investigación está en marcha. El cuerpo autonómico remite al escueto comunicado que ha compartido y en el que menciona que “alrededor de las cinco de la madrugada se ha recibido el aviso de un incidente en una calle de la población con una persona herida”. Policía y sanitarios “han encontrado a un joven malherido que finalmente ha muerto”. Tras ello, la División de Investigación Criminal (DIC) ha abierto una investigación a la que se ha sumado un grupo de mediadores. En Twitter, eso sí, la policía catalana ha añadido una fotografía del Grupo Especial de Intervención (GEI) en la citada calle Sant Martí, sin localizarla.
'La última calle' de Sant Hipòlit
La calle Sant Martí de Sant Hipòlit de Voltregà es una bifurcación de la calle del Hospital. Se encuentra muy cerca del campo de fútbol, del ayuntamiento y de la plaza 1 d'octubre, pero está apartada de todos esos lugares; es la última calle de Sant Hipòlit. La vía donde ha muerto asesinado el joven de 15 años, conocido en el pueblo, está en pendiente, presenta un recodo y se va ensanchando a medida que se abre a la naturaleza.
De hecho, este callejón se ubica a los pies de la Creu del Morral, un mirador, y está señalizado con un pequeño rótulo blanco y amarillo que marca un sendero de pequeño recorrido (PR). Pero aparte de conducir al mirador, el camino lleva a otros itinerarios para los amantes del senderismo, y es precisamente en esa zona boscosa donde se busca al presunto asesino, un vecino del pueblo. Sobre la calle Sant Martí, cabe añadir que cuenta con una docena de edificios habilitados como viviendas, todos ellos rodeados de árboles.